El Nuevo Banco del Chaco presentó una denuncia contra Google por permitir —y, de hecho, cobrar— publicidad de estafadores que se hacen pasar por la entidad financiera en internet. La acusación no es menor: según el banco, los delincuentes compran avisos patrocinados con tarjetas de crédito, segmentan por edad y ubicación, y terminan engañando a personas mayores con sitios web falsos que simulan ser canales oficiales de homebanking. Las víctimas ingresan a esos sitios a partir de simples búsquedas en Google, y eligen uno de los primeros resultados, que en realidad es un aviso pago, y dirige a un sitio falso.
“El problema es enorme”, explican desde la entidad. “Un estafador va a Google, compra un aviso con tarjeta, segmenta a mujeres mayores de 60 años en localidades específicas como Charata, y hace que lo primero que vean cuando buscan ‘Banco Chaco’ sea un aviso trucho que imita nuestro sitio. El resultado es que terminan entregando usuario y contraseña creyendo que están en un canal oficial”.
El mecanismo es sofisticado. El atacante no solo capta los datos de acceso, sino que espera a que la víctima apruebe operaciones bajo engaño, una vez los usuarios están en el sitio falso. “Lo que hacen es pedir una ‘verificación extra’ o ‘revalidación del token’. En realidad, están utilizando los datos que ya obtuvieron -usuario y contraseña- para hacer operaciones reales desde el otro lado, mientras la víctima cree que está en una sesión segura”, advierten.
Desde el banco chaqueño denuncian que Google no solamente no actúa con la rapidez necesaria, sino que tampoco realiza tareas de prevención ni docencia para ayudar a los usuarios a identificar estos fraudes. “Están puestos de una forma que simulan ser la primera opción legítima. Google cobra por esos avisos y no los baja, aunque se sepa que son fraudulentos”, señalan con dureza.
Desde la entidad señalan que lo mismo ocurre con Meta, que también permite segmentación y avisos pagos con palabras clave relacionadas con los bancos. “En este caso, las plataformas tienen información suficiente para rastrear a los estafadores (tarjetas de crédito, IPs, actividad sospechosa), pero como no pierden dinero directo en la estafa, no intervienen”, agregan.
Un problema que se repite pero sin resoluciones de fondoEn 2021, la Sala III de la Cámara en lo Civil y Comercial Federal desestimó la demanda presentada por el Banco Macro para que Google adopte medidas que impidan la realización de estafas, a través de sitios que emplean fraudulentamente su marca “Macro” o “Banco Macro”. En rigor, le solicitaba a la entidad bancaria que fuera ella quien proveyera al buscador de los links maliciosos.
En 2016, el municipio bonaerense de 25 de Mayo fue víctima de un fraude millonario cuando delincuentes accedieron a su homebanking en el Banco Provincia y transfirieron más de 3,5 millones de pesos. El método fue similar: un aviso falso en Google, que fue aprovechado por los delincuentes. Ese caso expuso de forma temprana la vulnerabilidad del sistema bancario ante estafas digitales y la falta de controles más estrictos por parte de los proveedores tecnológicos. Similar al del Chaco, enfocado en clientes del Banco de La Pampa el año pasado pasado hubo una oleada similar, con múltiples víctimas segmentadas que cayeron en un aviso falso en el buscador.
Hoy, de las 74 entidades financieras que operan en el país, muchas siguen expuestas a este tipo de fraudes sin herramientas eficaces para evitarlos. Luego, viene el proceso posterior de consumación de la estafa. En ese sentido, desde Banco del Chaco informaron que, gracias a sus sistemas de detección, lograron cortar 60 intentos de ataque, aunque no pudieron evitar que unas 14 personas sufrieran pérdidas efectivas. La entidad, que tiene unos 120.000 clientes, insiste en que sería más simple que Google y Meta impidan directamente que cualquiera pueda comprar keywords como “Banco Chaco” o “Banca Empresa”, si no puede demostrar que es un canal oficial.