Golpe de San Francisco a los “homeless” que viven en caravanas: cambia una regla del estacionamiento

Con el objetivo de reordenar el uso del espacio público, las autoridades de San Francisco avanzaron con una regulación que establece un límite de dos horas para el estacionamiento de vehículos de gran tamaño, lo que incluye casas rodantes. Esta política busca desincentivar la permanencia prolongada de personas sin hogar en automóviles adaptados para vivir, una práctica que ha aumentado en los últimos años ante la crisis habitacional.

La medida de San Francisco que afecta a las personas sin hogar que viven en casas rodantes

El límite será aplicado en toda la ciudad y se suma a una serie de acciones promovidas por la administración local para enfrentar el crecimiento del número de personas que utilizan vehículos como forma de alojamiento. Los responsables de la medida afirman que su implementación permitirá una mejor gestión del espacio público, mayor limpieza urbana y una reducción en la acumulación de residuos en calles y avenidas.

“Ningún niño debería crecer en San Francisco obligado a vivir en un coche, y ningún padre debería tener que criar a su hijo en esas condiciones”, declaró el alcalde Daniel Lurie en un comunicado oficial. “Esta legislación combina compasión con responsabilidad al ofrecer un camino claro hacia la vivienda, a la vez que restaura la seguridad, la limpieza y la accesibilidad a nuestras calles y espacios públicos”, agregó.

La normativa fue aprobada por mayoría en la Junta de Supervisores el martes 22 de julio, con nueve votos a favor y dos en contra, según lo retomado por Associated Press (AP). Esta medida forma parte del nuevo presupuesto de la ciudad, que también incluye cambios en tarifas municipales, modificaciones en las reglas para el gasto social y una reorganización de recursos destinados a salud, transporte y vivienda.

Nuevo marco legal para el estacionamiento de caravanas

La nueva ordenanza establece que a partir de ahora, los vehículos considerados grandes, entre ellos las caravanas donde residen familias sin vivienda, solo podrán permanecer estacionados por un máximo de dos horas en la vía pública, en cualquier horario del día o la noche. La normativa sustituye las antiguas restricciones nocturnas por una medida de aplicación continua y general.

Quienes infrinjan esta regla enfrentarán multas y el posible remolque del vehículo, salvo en los casos en los que se cuente con un permiso especial. Esta autorización forma parte de un programa piloto de “refugio vehicular”, que se comenzó a implementar a partir de mayo de 2025. Este podrá ser otorgado a quienes estén registrados en programas sociales y demuestren estar en proceso de transición hacia una vivienda estable.

“Esta legislación crea una vía humana para que los actuales residentes de casas rodantes encuentren una vivienda estable, a la vez que deja claro que no se permitirán nuevos campamentos de casas rodantes y que nuestras calles no seguirán sirviendo como refugio de último recurso”, afirmó el presidente de la Junta, Mandelman.

Reacciones divididas ante la nueva política

Mientras que el gobierno local defiende la iniciativa como una medida equilibrada entre control urbano y apoyo social, organizaciones comunitarias advierten que podría agravar la situación de cientos de personas que no cuentan con otra alternativa habitacional.

“No hacemos nada malo. Tratamos de mantener esta calle limpia. No es fácil estar en un lugar como este”, aseguró Carlos Pérez en una entrevista con AP. El hombre de 55 años dijo que vive en una casa rodante junto a su hermano, quien no puede trabajar por una discapacidad, debido a los altos costos de alquileres de la ciudad.

Varios relatos afirmaron que la escasez de unidades habitacionales disponibles vuelve insuficiente cualquier oferta de reubicación en refugios temporales. “Si la vivienda fuera asequible, hay muchas posibilidades de que no estuviera aquí”, dijo Zach Bollinger, quien vive en una casa rodante desde hace 12 años.

La falta de opciones asequibles ha empujado a trabajadores con empleo estable, como repartidores, conductores y personas con discapacidades, a recurrir a vehículos como último recurso para tener un techo.

De acuerdo con AP, durante la sesión de votación, decenas de personas se congregaron frente al Ayuntamiento para expresar su rechazo a la ordenanza. Representantes de la comunidad de Bayview y otras zonas populares sostuvieron que la normativa criminaliza la pobreza y no aborda el problema estructural de la falta de vivienda en la ciudad.

“Es un reconocimiento de que no deberían vivir en vehículos, que necesitamos mejorar para las familias, las personas mayores y cualquier otra persona que viva en un vehículo”, dijo Erica Kisch, directora ejecutiva de la organización sin fines de lucro Compass Family Services. “San Francisco puede hacerlo mejor, no tengo dudas”, agregó.

Integración con servicios sociales y control del espacio urbano

La medida forma parte de una estrategia más amplia para reorganizar los espacios públicos y canalizar a las personas sin hogar hacia soluciones más formales. Según lo explicado por funcionarios municipales, el objetivo es garantizar que quienes residen en vehículos accedan a programas de vivienda, asistencia médica y servicios de salud mental, en lugar de permanecer en condiciones precarias en la vía pública.

“Queremos servir a esas familias que están en crisis en San Francisco”, dijo Kunal Modi, asesor del alcalde, según lo retomado por AP. “Sentimos la responsabilidad de ayudarles a encontrar una solución estable. Y, al mismo tiempo, queremos asegurarnos de que esa estabilidad se encuentre en un lugar cerrado y no en la vía pública”, detalló.

Para su aplicación, la ciudad articulará esfuerzos entre la Agencia Municipal de Transporte (Sfmta, por sus siglas en inglés), el Departamento de Policía (SFPD, por sus siglas en inglés) y la Oficina de Personas sin Hogar y Vivienda de Apoyo (HSH, por sus siglas en inglés). Las autoridades aseguran que se priorizará el contacto directo con los residentes afectados antes de proceder con cualquier acción punitiva.

Además del control vehicular, el presupuesto aprobado por el gobierno municipal incluye recursos para mejorar la calidad del transporte público, aumentar la proporción de vehículos eléctricos en la flota urbana y fortalecer los sistemas de recolección de residuos.

“Todos debemos contribuir al medio ambiente, y la ciudad está liderando el camino”, aseguró el alcalde en su último comunicado.



Fuente: https://www.lanacion.com.ar/estados-unidos/california/golpe-de-san-francisco-a-los-homeless-que-viven-en-caravanas-cambia-una-regla-del-estacionamiento-nid25072025/

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