MILÁN.– The belle of the ball . Así definen a Vaca Muerta en Gastech, la conferencia de gas más importante del mundo, que se desarrolla en esta ciudad. Aun cuando la riqueza de la roca está entre las cinco mejores del mundo, el riesgo político sigue siendo un tema recurrente de consulta. El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, debió responder sobre los resultados electorales del domingo en una charla de 20 minutos que ofreció ante posibles inversores.
El moderador del panel Vaca Muerta en ascenso: impulsando un nuevo futuro energético fue John Defterios, un periodista especializado en energía que cubre el sector desde hace 30 años. “En el pasado, siempre se nombró a la Argentina con grandes expectativas que nunca se materializaron. Ahora, con las políticas vigentes y la ley de inversiones, es bastante probable que Vaca Muerta se transforme en un gran proyecto petrolero y gasífero”, dijo a modo de introducción para presentar al ejecutivo argentino en un auditorio con más de 50 personas.
Marín, vestido de traje azul y corbata, con el pin característico de YPF que lleva siempre, describió las ventajas de la cuenca neuquina. “Vaca Muerta es una reserva de clase mundial. Si comparamos el resultado de los pozos, es mucho mejor que el del Permian. La diferencia con Estados Unidos radica en el tamaño de la logística, que les permite tener mejores precios que nosotros. En comparación, nosotros tenemos mejor roca, pero menor escala”, explicó.
Luego señaló que en los últimos dos años hubo “un gran cambio” en la Argentina y detalló: “La macroeconomía es mucho mejor, la inflación ha bajado y hay mayor libertad . También hay una nueva ley para grandes inversiones, llamada RIGI, que ofrece mejores condiciones fiscales para invertir”.
Pese a este contexto más favorable, el periodista preguntó por la elección en la provincia de Buenos Aires del domingo pasado, donde el peronismo ganó por amplia diferencia sobre La Libertad Avanza (LLA). “Desde el punto de vista del inversor, todos están impresionados con que la inflación bajó y que existe esta ley de inversión, y quieren ver que este liderazgo se mantenga en el poder. ¿Lo que vimos en la elección del domingo afecta en algo lo que estás haciendo hoy?”, planteó Defterios.
“Vengo del sector privado, no soy analista político. Hay varios periodistas aquí que pueden tener una respuesta mejor que yo”, respondió Marín, algo incómodo. Luego agregó: “En la Argentina hubo un gran cambio. La macroeconomía es muy buena. Estas inversiones son a largo plazo, por lo cual no habrá dificultades porque son sólidas. Nosotros continuamos de la misma manera”.
“En octubre hay otra elección, y es nacional. La pasada fue en la provincia de Buenos Aires. Hay mucho tiempo para continuar trabajando. Soy positivo en que toda la inversión de YPF continuará. Los proyectos que tenemos son muy robustos”, añadió.
El periodista igualmente retrucó: “Conocés el potencial de la Argentina. Venís del sector privado. ¿Te frustró en el pasado que el ambiente político no permitiera que los recursos fueran desarrollados antes?”.
“Sí, ahora el cambio fue importante en la economía. Pero lo más importante es que, después de 35 años de trabajar en el sector, tenemos una oportunidad concreta para desarrollarnos. Era necesario que YPF tuviera un objetivo claro para los próximos 80 años y así avanzar en Vaca Muerta”, replicó Marín.
“RIGI Land”El ejecutivo argentino llegó pasada la medianoche a esta ciudad, luego de un vuelo desde Buenos Aires con escala en París. A pesar de haber dormido apenas unas horas, se mostró entusiasmado con la agenda del día: al mediodía, un encuentro con sus pares de Shell, y por la noche, una cena con los de la italiana Eni. Ambas empresas son posibles socias de YPF en los proyectos para exportar gas natural licuado (GNL). Entre esas citas, también prevé conversaciones con dos empresas constructoras de buques de licuefacción: la china Wison y la coreana Samsung.
YPF cuenta con un stand en esta conferencia de gas, que cambia de sede cada año –en 2026 se hará en Bangkok, Tailandia–. Sin embargo, el logo de la empresa casi no se ve: en su lugar, aparece la marca Argentina LNG, en alusión a las siglas en inglés de GNL. Incluso se reparten stickers de los jugadores de la selección argentina con la Copa del Mundo y alfajores de YPF Full.
Argentina LNG es el proyecto que lidera YPF y prevé la incorporación de cinco buques de licuefacción, capaces de enfriar el gas a menos de 180 grados para exportarlo por vía marítima. De esas cinco unidades, dos ya fueron confirmadas a través de la compañía Southern Energy (SESA) y tres están en negociación con Shell y Eni. La inversión total solo en infraestructura podría alcanzar los US$25.000 millones, que incluye la construcción de dos gasoductos, una planta de generación eléctrica y el muelle. También habría una inversión similar destinada a perforar alrededor de 800 pozos para producir el gas que se exportará al mundo.
“Ni a Eni, ni a nadie le preocupa la elección del domingo. Lo digo con toda sinceridad. Son proyectos de muy largo plazo y si cualquier cosa como esta los pone en duda, no hay proyecto porque no es sólido. Acá tenemos algo sólido: la roca , todo el proyecto que estamos construyendo y la rentabilidad que generará. Esa rentabilidad trasciende a los gobiernos”, dijo Marín en una conferencia con periodistas.
El ejecutivo suele decirle a los inversores que el ambicioso proyecto de GNL no está en la Argentina, sino en “RIGI Land”, como una forma de blindar Vaca Muerta del riesgo político. “Es una ley muy fuerte que no puede cambiar ningún gobierno. Si la cambian, el juicio va a ser más caro que el de Preska”, dijo, en referencia a la sentencia de US$16.100 millones que le impuso a la Argentina la jueza de Nueva York por la expropiación de YPF.
“Si uno cree que con riesgo político no se invierte, no habría industria del gas. En las costas de África hay inversiones y son todo riesgo político por definición”, concluyó.