Juan Diego Mazuera Arias, un joven colombiano que llegó a Estados Unidos durante su infancia, acaba de dar un paso decisivo en su carrera pública, presentó oficialmente su candidatura para ocupar un escaño en la legislatura estatal de Carolina del Norte. Su recorrido personal refleja el de muchos que, lejos de su tierra natal, levantan un nuevo hogar enfrentando barreras sociales, económicas y legales con esfuerzo cotidiano.
Desde Bogotá hasta Charlotte, el colombiano que busca integrarse a la política en Carolina del NorteLa historia de Juan Diego comienza en Bogotá, de donde emigró junto a sus padres en busca de un futuro más prometedor. Se establecieron en Charlotte, Carolina del Norte, cuando él tenía solo tres años. Durante mucho tiempo, creyó que nació en Estados Unidos. Sin embargo, al cumplir los 16, descubrió la verdad sobre su estatus migratorio. “Fue muy duro saber que mi situación migratoria era incierta”, señaló al medio local La Noticia.
Los primeros años en Estados Unidos no fueron fáciles. Su familia enfrentó dificultades económicas, inestabilidad laboral y episodios de discriminación por su origen y por hablar español. Pese a todo, lograron adaptarse con el respaldo de organizaciones comunitarias y vecinos solidarios. Ya adolescente, Juan Diego accedió al programa DACA, lo que le permitió continuar sus estudios, ingresar al mercado laboral formal y construir un futuro más seguro en el país que considera su hogar.
Estudios, liderazgo y vocación de servicioImpulsado por su experiencia como inmigrante, eligió estudiar Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la Universidad de Carolina del Norte en Charlotte. Durante su etapa universitaria, se involucró activamente en iniciativas de liderazgo juvenil y obtuvo una beca del Congressional Hispanic Caucus Institute (Chci), experiencia que le permitió profundizar su compromiso con las causas sociales.
Su trayectoria profesional incluye colaboraciones con organizaciones sin fines de lucro y programas destinados a fortalecer a comunidades inmigrantes. Estas vivencias lo llevaron a dar el salto hacia la política institucional. En 2024, anunció su postulación a la Cámara de Representantes estatal por el Distrito 36. “Quiero hablarle directamente a los latinos, porque sé lo que es no sentirse representado”.
Un desafío por la representación latinaEn Carolina del Norte, los latinos representan más del 10% de la población, aunque su participación en el ámbito político sigue siendo limitada. Datos del Pew Research Center revelan que la presencia de representantes latinos en cargos estatales y locales es mínima. Actualmente, la legislatura estatal cuenta con apenas unos pocos legisladores de origen latino, y ninguno de ellos fue beneficiario de DACA.
La baja representación no se debe únicamente a la falta de interés; muchos inmigrantes no pueden votar por su estatus legal, y otros se sienten excluidos del sistema político. Juan Diego busca modificar esa realidad al conectar con quienes rara vez se sienten escuchados. “Hay una desconexión entre los políticos y la gente que trabaja todos los días para sostener este país. Yo vengo de ahí”.
Su candidatura tiene una carga simbólica potente. Es la primera vez que un joven colombiano amparado por Daca compite por un cargo estatal en ese distrito. Su propuesta representa a una generación que, aunque no nació en suelo estadounidense, creció allí, se educó en sus instituciones y ahora desea influir en las decisiones públicas de su entorno.
Agenda política con rostro comunitarioSu plataforma electoral se estructura en torno a cuatro pilares: educación pública de calidad, acceso universal a la salud, protección de los derechos de los inmigrantes y promoción de políticas inclusivas para jóvenes y trabajadores. Propone reforzar el financiamiento de escuelas en zonas vulnerables, facilitar becas a estudiantes sin estatus migratorio regular y ampliar la cobertura de servicios de salud mental.
Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida de Juan Diego “JD” Mazuera Arias (@jd4clt)
A diferencia de muchos candidatos tradicionales, Juan Diego apuesta por una campaña directa, con fuerte presencia territorial y contenidos en español. Planea realizar visitas frecuentes a barrios latinos, distribuir materiales bilingües, participar en reuniones comunitarias y utilizar redes sociales como canal de comunicación directa. “Quiero que los votantes me escuchen sin intermediarios, quiero hablarles en su idioma sobre lo que realmente les importa”.
Más allá de las propuestas legislativas, su figura se convirtió en una fuente de inspiración para otros jóvenes protegidos por Daca, quienes muchas veces permanecen fuera del debate público. Su objetivo no es solamente obtener una banca, sino también abrir camino para que otros puedan seguirlo. “No se trata solo de mí se trata de todos los que sienten que nunca tuvieron voz. Yo quiero ser parte del cambio, pero también quiero que más personas se sumen”, concluyó.