El año pasado fue uno de los más difíciles para la familia real británica. Con las malas noticias sobre la salud del rey Carlos III y de su nuera, la princesa Kate, mujer del príncipe William, el panorama era evidentemente sombrío para los Windsor. Los dos fueron diagnosticados con cáncer al comienzo de 2024 y enfrentaron no sólo la enfermedad, sino los rumores y las teorías más descabelladas sobre lo que pasaba puertas adentro del palacio. La ausencia de Kate en los actos oficiales durante los primeros meses de su tratamiento, cuando el diagnóstico aún no se había hecho público, alimentó las versiones. Se dijo que los príncipes de Gales estaban separados, que a ella la tenían recluida contra su voluntad e, incluso, que nunca reaparecería.
Finalmente, Kate grabó en marzo un video en el que reveló que tenía cáncer (aunque nunca dijo de qué tipo ni dónde estaba localizado) y fue como si volviera hacerse la luz. El pueblo rezó por su sanación y meses más tarde, en septiembre, ella dio la buena noticia de que había terminado sus sesiones de quimio. Sin embargo, lo que pasó en la intimidad de su familia todo ese tiempo ha sido un misterio que ahora, en parte, se devela gracias al testimonio de Jason Knauf, quien fuera director ejecutivo de la Royal Foundation de los príncipes de Gales y, antes de eso, secretario de Comunicación del príncipe Harry y su mujer, Meghan (a quien hace un tiempo acusó de maltratar al personal a su cargo).
Knauf se enteró del cáncer de Kate antes de que tomara estado público, durante una conversación telefónica con William: “Fue desgarrador, absolutamente horrible. Es lo más triste que he visto en mi vida”, dijo en exclusiva durante una entrevista con el programa 60 Minutes Australia. Knauf no dudó en calificar al 2024 como un año “brutal” para los Windsor. “En un par de semanas, si eres el príncipe William, descubres que tanto tu esposa como tu padre tienen cáncer. No lo podía creer”, explicó, y lo relacionó con el dolor que también sentían los príncipes de Gales por las versiones inventadas que reproducían algunos medios: “El problema fue que todas estas locas teorías de conspiración comenzaron en segundo plano, online. Se preguntaban si Kate estaba realmente enferma. todavía no querían decir que ella tenía cáncer, porque no se lo habían dicho a los chicos y estaban trabajando en cómo decírselos”. Según el ex funcionario real, Kate y William les dieron la noticia a sus hijos, los príncipes George, Charlotte y Louis sólo cuando sintieron que era el momento adecuado para ellos, a quienes están preparando para una vida que transcurrirá permanentemente bajo la mirada pública. “La infancia de William frente a los medios de comunicación fue bastante difícil a veces. Y él sabía que tendría que criar a sus hijos para que lidien con las redes sociales y los teléfonos móviles”, explica Jason, que en 2022 dejó su trabajo en la Royal Foundation y ahora es miembro de la junta directiva del Premio Earthshot que lidera William. “Definitivamente, detrás de escena los vi como una mamá y un papá preocupados por esto, aunque en los últimos años un poco menos, lo que es fantástico para ellos como familia”, revela.
LAZOS FAMILIARES
Knauf también fue testigo de otros importantes momentos de la familia real, y recuerda cuando antes de comunicar a la prensa el nacimiento de la princesa Charlotte perdió el documento con los datos. “Debía enfrentar a cientos de periodistas, pero en algún lugar de la calle estaba tirado el papel con toda la información. Estuve con el corazón en la boca hasta que pude hacer el anuncio”, se ríe. También vivió de cerca la ruptura entre William y su hermano Harry, el duque de Sussex. Sin traicionar la confianza que los príncipes depositaron en él, cuenta: “Es muy difícil tratar estas cosas en público y William ha optado por mantener sus pensamientos al respecto en privado... Sólo diré que ha sido duro y triste para él”.
Knauf respondió, además, sobre algo trivial que fue muy comentado en los medios: la nueva barba del príncipe de Gales que, se asegura, no es del gusto de Kate. “Podría decirte que si a ella no le gustara, no estaría ahí”, respondió, y con eso dejó claro, de paso, cómo influye la opinión de la princesa en las decisiones de su marido. Finalmente, el asesor real habló sobre cómo William enfrenta su destino de futuro rey de Inglaterra: “Lo que he escuchado del príncipe es que va a hacerlo a su manera. Cada generación de la familia real debe reinventar el rol de acuerdo con la generación a la que sirve”.