La Universidad de Buenos Aires (UBA) denunció una estafa millonaria tras detectar 13 transferencias por un total de 1591 millones de pesos desde cuentas del Banco Nación pertenecientes a las facultades de Derecho y de Odontología. Las operaciones, realizadas bajo el mecanismo denominado “transferencias MEP”, involucraron el desvío de fondos hacia personas físicas y jurídicas que no existen.
Tanto la universidad como el banco denunciaron lo sucedido, y el caso está en manos del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°9, Secretaría N°18, con intervención de la Fiscalía N°8 a cargo de Eduardo Taiano.
Fuentes de la UBA dijeron a LA NACION que la estafa ocurrió en septiembre, cuando se autorizaron transferencias que debían haberse gestionado de manera presencial con formularios físicos firmados por los responsables de las cuentas. Sin embargo, el Banco Nación ejecutó las operaciones a partir de un correo electrónico apócrifo, sin verificar las firmas ni contar con la documentación exigida.
Además, informaron a este medio que la universidad tomó conocimiento de lo ocurrido al detectar la falta de fondos en ambas facultades. Derecho y Odontología advirtieron por separado el faltante y lo comunicaron a las autoridades centrales, lo que permitió identificar que el origen del problema no había sido un error administrativo, sino una maniobra fraudulenta. De inmediato, la UBA inició un sumario interno en cada una de las facultades afectadas y presentó una denuncia penal por estafa.
La investigación judicial ya tiene avances concretos. “Está interviniendo la justicia: Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°9, Secretaría N°18, con intervención de la Fiscalía N°8 del mismo fuero. Hay personas procesadas. El banco es parte querellante en esa causa”, respondieron desde el Banco Nación a LA NACION.
El procedimiento que se vulneró implica que los firmantes autorizados deben presentar físicamente, en la sucursal donde está radicada la cuenta, una solicitud para hacer una transferencia a un tercero. El Banco Nación, tras comprobar que las firmas son válidas, autoriza el movimiento. En este caso, ese paso fue omitido. Las operaciones fueron realizadas sin que exista esa hoja firmada, y a partir de un correo electrónico que no provenía de una cuenta institucional ni estaba firmado por los responsables habilitados.
El secretario de Hacienda de la UBA, Matías Ruiz, dijo a LA NACION: “Estamos esperando que se resuelva la instancia judicial lo más rápido posible a efectos de recuperar esos fondos para lo que estaban previsto utilizarse”.
La expectativa institucional es que la Justicia determine responsabilidades y se puedan restituir los montos sustraídos. Mientras tanto, se mantiene la investigación interna en las dos facultades, con el objetivo de establecer cómo fue posible que se concretara una operación de este tipo sin que se activaran los controles previos.
Las facultades de Derecho y Odontología continúan funcionando con normalidad, pero bajo estrictas medidas de control contable. La investigación interna de la universidad se suma a la causa penal que avanza en el fuero federal. La expectativa institucional es que el proceso judicial derive en una pronta recuperación del dinero y en sanciones para los responsables de la estafa.