El gobierno estadounidense de Donald Trump exigió este martes a Nicolás Maduro y su régimen en Venezuela que libere al gendarme argentino Nahuel Gallo y otros extranjeros que fueron detenidos ilegalmente en el país. El gendarme se encuentra privado de su libertad hace siete meses.
Gallo fue secuestrado el 8 de diciembre de 2024 cuando ingresó a territorio venezolano por el Puente Internacional Francisco de Paula Santander, desde Colombia.
“Nuestros diplomáticos están trabajando fuertemente, buscando oportunidades para generar las liberaciones de los extranjeros detenidos en Venezuela y requerimos la cooperación internacional para elevar la presión a Maduro para que los libere”, expresó Natalia Molano, la portavoz en español del Departamento de Estado norteamericano, a DNEWS.
Molano aclaró que la prioridad fue la de liberar estadounidenses, pero que desafortunadamente todavía hay ciudadanos de otras nacionalidades que continúan detenidos. “Seguimos trabajando con sus países para tratar de asegurar la liberación de estos ciudadanos”, agregó, y remarcó que también buscan la liberación de prisioneros políticos venezolanos.
Ante la consulta sobre el caso específico de Gallo, la portavoz aseguró a DNEWS que hay diplomáticos trabajando en el asunto.
Estados Unidos no tiene presencia diplomática oficial en Venezuela y actúa desde Colombia. Lo mismo ocurre para la Argentina, que es representada hoy en día por Brasil. “La prioridad es que todos los detenidos extranjeros sean liberados lo más pronto posible. Esperamos que los países consigan eso con sus ciudadanos. Y nuestros socios como Argentina cuentan con el gobierno americano para colaborar en cualquier sentido que podamos hacerlo”, señaló Molano.
Gallo lleva 233 días detenido desde aquella vez que fuerzas del régimen chavista lo secuestraron intentando ingresar al país. Desde entonces, la Cancillería argentina reclamó por su liberación. En tanto, desde el gobierno chavista acusaron al gendarme de formar parte de un plan para sacar a los entonces seis opositores del régimen bolivariano que estaban asilados en la embajada argentina en Caracas.
Quien difundió la versión fue el número 2 de Maduro, Diosdado Cabello, quien también reconoció ese mismo diciembre que tenían detenido a Gallo en algún lugar del territorio venezolano. Lo acusó de estar coordinado con un equipo del criminalista, ex preso político y hoy exiliado Iván Simonovis, a quien denomina El Reno. A él consideraba a cargo de la supuesta operación de rescate que, aseguraban, se llevaría a cabo entre el 13 y 25 de diciembre.
Sin embargo, el Ministerio de Seguridad argentino dio a conocer documentación oficial que probaba que el régimen de Maduro había autorizado, a fines de noviembre, el ingreso de Gallo con fines vacacionales para visitar a su pareja y su hijo.
Allí figuraba la carta de invitación al país que hizo la pareja del gendarme, María Alexandra Gómez García, ante las autoridades notariales venezolanas, dos semanas antes de que emprendiera su viaje. También otro documento muestra que la dirección personal de Gendarmería autorizó al cabo primero a ausentarse del país para viajar al extranjero entre el 5 de ese mes y el 3 de enero del año próximo.
Desde entonces Gómez García denunció que Gallo permanece incomunicado y su paradero desconocido. El caso de Gallo generó reclamos diplomáticos por parte de la Argentina, a los que se sumaron pedidos de información de organismos multilaterales y organizaciones de derechos humanos.
La mujer y su hijo de dos años pudieron salir de Venezuela en un operativo secreto, donde cruzaron la frontera hacia Cúcuta, Colombia, por vía terrestre y en reserva absoluta. Luego, tomaron un vuelo rumbo a Buenos Aires con escala en Bogotá y Panamá, gracias a la coordinación del Ministerio de Seguridad argentino.