En los últimos años, las llamadas “casas contenedor” pasaron de ser una rareza arquitectónica a convertirse en una alternativa real frente a la construcción tradicional.
Su auge tuvo un doble impulso: primero, durante la pandemia, cuando muchos argentinos buscaron mudarse fuera de las grandes ciudades y necesitaban construcciones en cortos plazos. Luego, cuando Elon Musk, el fundador de SpaceX, confesó públicamente que vivía en una vivienda de este tipo, lo que volvió a ponerlas en el centro de la escena global.
“Surgen modelos alternativos a la construcción tradicional, y las casas contenedor llegaron para quedarse”, resume José Vives, CEO de Dice Containers, una firma especializada en este tipo de viviendas.
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Hasta cuántos pisos se pueden hacerLa pregunta más habitual entre quienes analizan esta opción es hasta dónde puede escalar la construcción. Según Vives, un contenedor marítimo -la estructura básica reciclada que se utiliza en estos proyectos- soporta apilarse hasta dos unidades sin intervención adicional.
Sin embargo, en edificación, la variable clave no es el peso, sino el viento. “La altura máxima dependerá de la zona y la carga de viento que tenga el lugar, no es lo mismo una zona rural que una urbana con mayor resguardo”, explica.
Costos y tiemposEl atractivo principal de las casas contenedor sigue siendo su precio y velocidad. “Siempre resultan más económicas que la construcción tradicional. Un metro cuadrado arranca en unos US$750 y puede llegar a US$1000 con terminaciones de mayor calidad”, detalla el empresario.
El tiempo de obra también es sensiblemente más corto: Dice Containers suele firmar contratos de 150 días, aunque la producción real de una vivienda es menor. Actualmente entregan aproximadamente una unidad por mes.
Vives señala que los clientes más interesados son aquellos que ya pasaron por la experiencia de una obra tradicional y buscan evitar los sobrecostos y demoras. “Para primera vivienda todavía cuesta un poco más la decisión, pero para quienes ya conocen los problemas de la construcción convencional, el cambio es más fácil”, sostiene.
Hoy la demanda se concentra sobre todo en el Litoral, donde la firma ofrece cuatro modelos estandarizados que cumplen con los códigos urbanísticos y se pueden adquirir con financiación directa de fábrica o a través de créditos del Banco Hipotecario.
Además, quienes cuentan con planos propios también pueden encargar un proyecto personalizado, aunque en esos casos el pago suele ser de contado. “El costo del metro cuadrado no cambia: lo que varía es el diseño”, aclara Vives.
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Ventajas y desventajas de vivir en casas contenedores: ¿vale la pena la inversión?Ahora bien, son muchos los que se preguntan si vale la pena comprar una casa que se utilizaba como contenedor y se convirtió en vivienda. En ese sentido, hay que enumerar cuáles son las ventajas de esta tecnología:
En primer lugar, destaca el hecho de cuentan con plazos cortos de entrega, ya que pueden construirse y estar listas en seis meses o incluso menos.Son casas que cuentan con valores más económicos a los de una vivienda tradicional. Por ejemplo, una casa estándar container de 90 m², de cinco ambientes y dos baños se vende por US$65.381. Según números de Zonaprop, una casa de 170 m² (casi el doble) se vende por US$297.761, en la ciudad de Buenos Aires. Es decir, si se divide por dos y se llega a los 85 m² (un metraje similar al de la casa contenedor anterior) el precio de una casa tradicional es más del doble.Resalta su resistencia por estar hechas de acero, preparadas para soportar inclemencias climáticas en los viajes por el mar.También destaca el hecho de que son estructuras recicladas, que reducen la contaminación ambiental, ya que dan un segundo uso a una estructura existente que, de otra forma, se desecharía.Pueden transportarse de un lugar a otro, por lo que, si el día de mañana, el propietario quiere llevarla a otro terreno, puede hacerlo.No es menor el hecho de que pueden agregarse otros módulos al original, lo que posibilita ampliar la vivienda cuando se necesite; también que pesa menos que una casa de hormigón o de acero normal.El Gobierno disuelve programas de vivienda como Casa Propia y crea un nuevo esquema de financiación
Las desventajasAunque son muchas las ventajas de estas viviendas, vale resaltar que cuentan con algunas desventajas:
En primer lugar, quien compra una casa contenedor debe renunciar a la posibilidad de hacer su propio diseño de la casa, ya que tendrá que atenerse a las dimensiones con las que cuenta el módulo para los ambientes, dormitorios y baños. También contarán con una estética externa propia de los contenedores marítimos, que se deberá tener en cuenta.Por otro lado, otro gran desafío de estas casas es que, dado que los contenedores no están hechos originalmente para ser habitados, no cuentan con las prestaciones necesarias para alojar a alguien, como la aislación térmica o acústica. En ese sentido, requerirán de un trabajo previo de adaptación para convertirse en vivienda.Por último, un detalle no menor es que existen restricciones de vivienda según la zona en la que se esté (normativas que establece el código urbanístico de cada lugar y que determina los espacios y dimensiones que debe tener una casa). En ese sentido, habrá que revisar las disposiciones de cada zona, para conocer si están habilitadas estas viviendas.