Por naturaleza, las bibliotecas son coloridas (no pasaba igual hace décadas o siglos, cuando los libros se encuadernaban en cueros de tono similar). Entonces, aunque su estructura sea blanca, llenan los ambientes de una energía especial. Hoy, les mostramos algunas muy bien pintadas.
Ecos por todas partesEn el departamento de época de Juan Augusto Laplacette y Mariano Daniel Manzi, los colores del área social (y de las bibliotecas a cada lado de la chimenea) están atados al cuadro central. Al mismo tiempo, las sillas del comedor enfatizan el contacto con el living, que se logró tirando una pared.
Dos maneras de serLes mostramos un botoncito de muestra de la edición de junio de Living: las casas muy parecidas y muy distintas de dos hermanos, dentro del mismo edificio. Miren, por ejemplo, cómo intervinieron el espacio bajo sendas escaleras.
Una con la paredLa antigua casa de campo de la ceramista Desirée De Ridder fue contruida para su madre por el arquitecto Jorge Bustillo. Entre muchos detalles, nos detenemos en el nicho con estantes junto a la ventana cuyo destino origilanl era ser archivero.
La parte contrastanteEl arquitecto Víctor Ledesma y el alfarero Gabo Caraballo, fundadores de Planta, una tienda de macetas de autor y plantas de colección en Chacarita, hicieron cambios mínimos cuando entraron en su departamento. Uno de ellos fue pintar solo una parte del fondo de la biblioteca, de una madera de tinte amarillento.
Engamada con el sofáEl revés de la trama“La biblioteca fue clave para la calidez de este ambiente tan grande y con tanto vidrio y hormigón. Un estudio de abogados nos dio más de 500 libros, que pusimos con los lomos contra la pared para un efecto monocromático”, nos contaron Mercedes Ocampo y Pía Giménez, socias de estudio Oda 9, a cargo del interiorismo de esta casa de grandes dimensiones.
Variaciones sobre un mismo temaEn la nueva sede de Ediciones Ampersand, en Palermo Chico, las bibliotecas son de acero inoxidable con puertas de vidrio para preservar correctamente los libros. El laqueado de la parte inferior varía cada ambiente: gris, verde inglés, crema o amarillo huevo.
DecapadaPunto focal“Buscamos que la biblioteca fuera un foco de miradas: por eso elegimos el color (desde ahí partió el uso del azul que se extendió a otras soluciones), diseñamos secciones de diferentes anchos y la iluminamos”, nos explicaron Mariu Bonzi y Cami Argañaras, socias de Urbano Estudio, sobre el tratamiento que le dieron a este mueble fundamental en el living-comedor.
La creación de un ritmoLa biblioteca en MDF laqueado blanco semimate con cajas superpuestas en petiribí (Estudio Filcman Garfunkiel) exhibe una cuidada selección de objetos elegidos por la dueña de casa.
Directo de Experiencia LivingUna clienta apasionada del arte culinario y de las reuniones para compartirlo. Ese fue el punto de partida con el que las arquitectas Vanesa Schmidt y Alejandra Tobar, del estudio Vara, crearon su espacio en la última edición de Experiencia Living.
Seña de identidad“Nos caracteriza el uso del color que, en el caso de esta reforma, empleamos para crear un punto de encuentro entre lo clásico y lo moderno”, nos dijeron las arquitectas Victoria Diamore y Agustina Millefanti, socias de Dicha Studio. Un ejemplo de esa búsqueda es la biblioteca que diseñaron: protagonista del living-comedor, ofrece lugar de guardado, espacio para exhibir objetos y también contiene los radiadores.
Energía amarilla