Un mal día, el padre de familia que se había apodado El Capitán, quemó los documentos de sus cinco hijos y les quitó los nombres. Para qué conservarlos si él prefería llamarlos “ey, tú, enano, pieza, campeón, renacuajo, bobo, simplón, tontico, ven pacá y calla la boca, no des más por culo”. Los sacó de su departamento, los retiró del colegio y después se los llevó a vivir a la montaña, donde la violencia y la locura se adueñaron de toda la familia, pero más que nada del padre, y la trama de Crisálida, la novela del guionista español Fernando Navarro recién publicada acá, se tuerce casi hasta lo insoportable como una versión de Capitán Fantástico sin utopía ni moraleja: en medio de la naturaleza, folk horror que hiela la sangre.
Si es cierto que en nombre del amor se cometen las mayores barbaridades, lo espantoso es lo natural en la crianza que este padre renegado de la sociedad quiere para sus hijos
“Mi padre. El Capitán”, dice la niña Nada, o directamente Ná para los miembros de su familia: “Papá Mentira. Papá Escondite. El Capitán. Siempre en fuga. En exilio perpetuo, como él decía. Huyendo. Escapando. Más de él que de nadie”. Ella recuerda los días en la montaña mientras está internada en un hospicio al que llegó sin que ningún médico o enfermero supieran quién es ni cómo se llama. Tumbada en una cama de la que quiere escaparse, las pesadillas y los recuerdos la trasladan hasta esa tierra perdida entre la Alpujarra y Sierra Nevada, al sur morisco de España; pero más que montaña aquello era un cementerio y aun en lo espasmódico de su relato, o acaso por eso mismo, a veces la violencia que narra se vuelve inaguantable. Si es cierto que en nombre del amor se cometen las mayores barbaridades, lo espantoso es lo natural en la crianza que este padre renegado de la sociedad quiere para sus hijos. Incluso en el horror, se encuentran rutinas para sobrevivir.
En algún momento de la novela sobrevuela la mística salvaje de El señor de las moscas: sin nombres propios más que los apodos con que se identifican (Nada, Cuarzo, Rayo, Columbina y Cachorro), los cinco chicos son grabados en la piel con un hierro ardiente, empuñan facas tumberas para cazar jabalíes o intrusos, escuchan las voces del bosque, se mueren de hambre, de frío y de locura. Es que Crisálida (según la definición académica, “el estado quiescente previo al de adulto”) es una fábula gótica sobre la infancia. “No buscaba hacer un libro desagradable sino que fuera crudo, salvaje, porque el hombre es muy salvaje, y en estado salvaje es más salvaje todavía”, dijo Navarro en una entrevista con el diario El Mundo: “Sin querer buscar el escándalo ni hacer nada especialmente truculento, sí que necesitaba que los personajes estuvieran libres y se comportaran con libertad. Y en libertad, unos niños pueden ser muy peligrosos”. Entre juegos, canciones y disfraces, los chicos fundan una república anárquica donde manda el espanto y sin embargo, desde la cama del hospital, Nada quiere volver allá: según Navarro, “incluso si es cruel, la infancia sigue recordándose con nostalgia”.
Los cinco chicos son grabados en la piel con un hierro ardiente, empuñan facas tumberas para cazar jabalíes o intrusos, escuchan las voces del bosque, se mueren de hambre, de frío y de locura
Los hijos del Capitán toman la montaña. La naturaleza, que no tiene nada de paraíso sino todo lo contrario, se transforma en un infierno lisérgico como si los hermanos Grimm estuvieran pasados de hongos. “Lo que se hereda no se roba”, dicen las abuelas de todas las familias y la pequeña Nada continúa el legado delirante de su padre: “Tengo su misma sangre y por mucho que me corte las venas seguiré siendo hija suya”.
ABCA.Nacido en Granada en 1980, Fernando Navarro es un guionista prolífico que escribió las películas Verónica, Orígenes secretos y Bajocero, entre otras.
B.Su primer libro de cuentos, titulado Malaventura, se definió como un “acid western” que rinde tributo a Lorca, Stephen King y Sergio Leone.
C.La historia de Crisálida iba a ser un guion para una película de una directora alemana pero se convirtió en una novela de terror gótico.