No todos los días se cumplen 50 años. Por eso muchas veces no basta con una sola fiesta. Y al parecer, David Beckham piensa así porque para su medio siglo organizó tres celebraciones espectaculares. La primera se llevó a cabo en la casa que los Beckham tienen en los Cotswolds. Una noche de gala en la que el anfitrión, sus íntimos –su mujer Victoria y sus hijos Romeo, Cruz y Harper Seven– y sus amigos se vistieron de esmoquin y elegantes vestidos para estar a tono con la comida a la luz de las velas. La ausencia más notoria y dolorosa fue la del mayor de los herederos del cumpleañero. La relación de Brooklyn con su familia no está pasando por un buen momento y por eso él y su pareja Nicola Peltz decidieron no estar presentes en un momento tan especial como este para el ex futbolista. Diferentes fuentes cercanas al homenajeado le confiaron al diario The Mirror que David tiene el “corazón roto” y “está desconsolado”. “Es una puñalada en el corazón que no haya asistido a ninguna de las celebraciones del 50 aniversario de David, y le duele a toda la familia, incluidos los abuelos y hermanos”, aseguraron.
En los Cotswolds, el momento más emotivo estuvo a cargo de Romeo Beckham –quizás en un papel que le hubiera correspondido a Brooklyn–, se hizo cargo de unas tiernas palabras para su padre. “Buenas noches a todos. Gracias por estar aquí esta noche. Sé que, sin muchos de ustedes, mi padre no sería ni la mitad del hombre que es hoy. Pero esta noche se trata de él, del hombre del momento. Papá, gracias por tu amor, tu ejemplo y tu fuerza. Eres nuestro héroe y te queremos muchísimo”.
A BORDO DE UN JET PRIVADO
La familia Beckham siguió con los festejos en Burdeos, Francia, a donde volaron a bordo de su avión privado Brigadier Global 6000. Allí, en el viñedo favorito de David, disfrutaron de una exclusiva cata en la bodega Petrus. El cumpleañero sucumbió frente una botella de Château Petrus 1961, valuado en casi 3500 euros. El ambiente fue íntimo y sofisticado.
GRAN NOCHE EN LONDRES
También hubo una celebración en la capital inglesa, con una fabulosa comida en el restaurante Core by Clare Smyth, en Notting Hill, galardonado con tres estrellas Michelin. Allí, además de la familia, estuvieron Tom Cruise, Eva Longoria y José Bastón, Guy Ritchie y su mujer Jacqui Ainsley, entre otras estrellas.