Nació en una familia de estrellas –y ella misma tiene mucha estrella–, pero su historia de amor no es producto de la ficción, sino de una realidad tan romántica que ya querrían tener muchos guiones de Hollywood. Hace poco menos de un año, Stella del Carmen (28), la única hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith, anunció que ella y su novio, el financiero Alex Gruszynski, se habían comprometido. “¡Puedo salir con mi persona favorita sobre la faz de la Tierra para siempre!”, declaró a través de sus redes sociales mientras mostraba su anillo y dejaba por un rato su característico perfil bajo.
A once meses de aquella noticia, ¡HOLA! pudo saber que la pareja dará el esperado “sí, quiero” en octubre y en España, el país que la vio nacer y aquel por el que la joven cineasta –que además modela, diseña joyas y hasta fue ayudante de dirección de su padre en el Teatro del Soho de Málaga y en el departamento de cine de William Morris Endeavor– siente un amor genuino. Antonio Banderas puso todo su empeño en que los suyos quisieran su tierra como él la quiere… y se salió con la suya. No sólo lo logró con Stella del Carmen, sino que todo el entorno del malagueño se rindió al encanto de este país (Melanie, Dakota Johnson y Nicole Kimpel se declararon abiertamente sus fans).
LA INCÓGNITA DEL DÓNDE
La historia de amor de los novios es de toda la vida. Se conocieron de chicos, cuando jugaban juntos en los recreos del Wagon Wheel School, un colegio privado de Los Ángeles. Como suele pasar, primero fueron grandes amigos y, con el correr de los años, la amistad fue mutando a un amor tan profundo que en 2015 los convirtió en novios. Unos años después se distanciaron, pero el amor fue más fuerte y en 2023 anunciaron que retomaban la relación con un romántico beso que hicieron público.
Si bien Stella del Carmen se crio en California, nació en 1996 en Marbella. Y sus raíces con España son tan profundas que a nadie le extrañó que fuera el país elegido para celebrar su gran día. Ahora falta saber la locación exacta. Se barajan varias posibilidades, pero las que suenan con más fuerza son dos. Por un lado, la Ribera del Duero, tierra de viñedos y tradiciones ancestrales; y, por otro, la querida Andalucía de los Banderas, si se dejan llevar por los sentimientos. También hay quienes vaticinan que, por el hecho de haber crecido entre un país y otro, entre una cultura y otra, la boda podría tener toques hollywoodenses y otros flamencos, una mezcla sorprendente que estará aderezada por la emoción de los padres de la novia, y de todos cuantos quieren a la pareja y saben la ilusión con la que se enfrentan a este nuevo paso.
Por su parte, Alex, un reconocido financiero estadounidense de ascendencia polaca que es CEO de la empresa It´s Nova y que no se esconde de las cámaras (aunque tampoco le gusta el protagonismo), dio muestras de amor por la segunda patria de su novia, como se vio en la pasada Semana Santa malagueña, cuando aterrizó en Málaga y se empapó de las tradiciones de la mano de su futura familia política.