Frente a cada temporada de impuestos en EE.UU. y a la inminente necesidad de presentar la declaración personal de tributos federales, los contribuyentes suelen preguntarse si es un buen momento para llamar a un profesional para realizar la tarea. Lo cierto es que aunque consultarlos no puede hacer daño, en ciertas ocasiones puede ser más necesario que en otras.
Variables a considerar para contratar a un profesional tributarioMedora Lee, experta en finanzas de USA Today, señala que el orden financiero, la cantidad de activos, el nivel de ingresos y el momento de la vida que se está atravesando son algunas de las variables a considerar a la hora de tomar la decisión de contratar a un profesional o hacer la declaración sin su asesoramiento.
“Por lo general, los contribuyentes que hacen sus propios impuestos son jóvenes y tienen pocos activos. Un estudio del IRS mostró que el 53% de todos los contribuyentes en 2021 utilizaron un profesional de impuestos pagado, pero la Generación Z fue significativamente menos propensa a hacerlo que cualquier otro grupo de edad. El 33% de las personas de entre 18 y 24 años utilizaron un profesional de impuestos en comparación con más del 50% en todos los demás grupos de edad”, explica la especialista. Según detalla, las personas con ingresos medios entre US$75.000 y US$90.000 fueron las más propensas a recurrir a un profesional.
Frente a ese panorama, Lee explica que las personas que poseen sus cuentas en orden y fuentes de ingresos limitadas pueden completar la declaración fácil y rápido de manera autónoma utilizando los formularios gratis del IRS. Por el contrario, si se produjeron cambios importantes en la vida, tal vez sea el momento de consultar a un profesional, ya que “el paso a las deducciones detalladas se produce después de un cambio importante en la vida”.
Un cambio de vida, una declaración realizada por un especialistaMark Steber, director de información fiscal de la empresa preparadora de impuestos Jackson Hewitt confirmó esa teoría. “Si usted compró una casa, tuvo uno de los cambios de vida más importantes que modificará fundamentalmente sus impuestos”, ejemplificó en diálogo con la especialista.
Igualmente, si la lista de deducciones es sencilla y está organizada, ambos expertos consideran que se puede hacer de manera autónoma, aunque siempre considerando mantener un equilibrio entre costo y tiempo.
Contratar a un profesional fiscal es una decisión prudente después de un cambio importante en la vida, como casarse o divorciarse, tener un bebé, comprar o vender una propiedad, enfrentar un problema de salud significativo o jubilarse, reiteran ambos expertos y también enfatizan que es recomendable asesorarse cuando se reciben ingresos de múltiples fuentes, se experimentan pérdidas en inversiones, se heredan bienes o se liquida un patrimonio.
“Los impuestos son una de las transacciones financieras más complicadas cada año, y el código tributario es extenso, con casi 70.000 páginas que se actualizan constantemente con nuevas leyes”, afirman. Al respecto, detallan que los profesionales impositivos, justamente, están capacitados para comprender todos esos aspectos, especialmente en situaciones complejas como matrimonios, divorcios, nuevas responsabilidades familiares e inversiones en criptomonedas. Trabajar con un profesional desde el principio puede prevenir complicaciones, concluyen.