Valentino Solda se acuerda perfecto de la noche del año 2020 en que por primera vez hizo una apuesta desde el celular. Era plena pandemia y se estaba quedando en la casa de sus tíos. Su primo más grande le había regalado plata para su cumpleaños número 16 y, mientras comían pizza y veían un partido de la NBA, le propuso que apostaran online. En la piel le quedó impregnado “el fuego” de la adrenalina, ese sentir que, en un instante, todo era posible.
Durante 2020 y 2021 las apuestas no fueron un problema para él. “Manejaba poca plata y apostaba cada tanto”, recuerda Valentino. Siendo un adolescente, no necesitaba salir de su casa para sentir que ganaba. Bastaba con un par de clics. Desde su celular, apostaba a resultados de partidos que no siempre miraba. A veces, ni siquiera sabía en qué país se jugaban. Ganar daba euforia; perder, ansiedad.
Lo más difícil de percibir fue que, entre ambas sensaciones, se fue colando el hábito. Y luego, la adicción.
“Rompió todos los vínculos que tenía: desde mis amigos, hasta mi mamá y mi papá. Creo que lo más dañino eran las mentiras que tenía que generar para que el resto no se diera cuenta de nada”, asegura el joven.
Valentino, que tiene 21 años y estudia Negocios Digitales, conversó con LA NACION como parte del ciclo de entrevistas “Hablemos de todo sin filtro”. Su testimonio es la primera entrega de esta serie que busca darle voz a jóvenes que atravesaron distintas problemáticas de salud mental, donde las pantallas jugaron un rol protagónico.
La invitación es a que reconstruyan su historia junto a una persona que haya sido central en el proceso de salir adelante. En el caso de Valentino fue su primo Santiago Barg, con quien se llevan seis meses y siempre fueron muy unidos.
“A veces, hablar cuesta mucho. Los temas que son más oscuros o problemáticos se tratan de esconder, son tabú. A nosotros como familia, con la adicción de Valen al principio nos pasó eso”, cuenta Santiago, que estudia Ciencia Política y Antropología y da clases en una secundaria sobre el modelo de Naciones Unidas.
“No puedo más”339 días lleva hoy Valentino sin apostar. La última vez que hizo una apuesta online fue la noche del 16 de julio de 2024. Pero antes de hacer el “click” que empezaría por cambiarlo todo, la adicción llegó a copar cada rincón de su cotidianeidad.
Valentino, que juega al rugby en el Olivos Rugby Club y tiene tres hermanos, recuerda estar sumergido en un “nivel de locura tan grande” que lo hacía sentir en una realidad paralela. El personaje que había construido su adicción, dice, se parecía al que interpreta Jim Carrey en La Máscara. “Es como un alter ego: estás en tu vida, pero tenés otra persona sumergida dentro. Yo iba a la facultad, entrenaba y estudiaba, pero por dentro era todo un infierno”, grafíca.
Además de apostar todos los meses su sueldo entero, Valentino pidió cinco préstamos. A eso, se sumaban las tarjetas de crédito explotadas. Llegó a robarle plata a su mamá, a su primo Santiago y a su abuela.
Eligió contar su testimonio para que otros chicos puedan sentirse identificados y decir: “Esto me puede pasar”. A los que están atravesando una adicción, les diría: “No hay que tener miedo de sentirse derrotado. Nos cuesta admitirlo, pero quiero que pierdan la vergüenza y puedan decir: ‘No puedo con esto, me está superando’. Me acuerdo patente del día en que la miré a mi mamá a la cara y le dije eso”.
Toda su familia y amigos formaron parte del equipo para sacarlo adelante. La terapia y la voluntad fueron para él las otras patas centrales en ese proceso. Hoy Valentino siente que está “experimentando lo que es volver a la realidad”. Es consciente de dónde está parado. “Soy un agradecido porque tengo la confianza de mi familia, que es lo que me importa, y de mis amigos. Obviamente, tengo altibajos emocionales como cualquiera. Pero creo que en definitiva, por primera vez desde que tengo 16 años, soy consciente de toda la gente que tengo alrededor y los aprovecho al máximo”, concluye.
Contanos tu historiaEsta iniciativa de Fundación LA NACION es parte del proyecto “Hablemos de todo”, que incluye guías con información útil sobre cómo prevenir y actuar frente a problemáticas frecuentes que afectan la salud física y mental de niñas, niños y adolescentes.
Si conocés a algún joven que quiera compartir su testimonio sobre alguna problemática vinculada al uso de las redes sociales (como ciberbullying, grooming, ansiedad, depresión e ideas de muerte, adicción a la pornografía, las redes sociales o los videojuegos, entre otras) escribinos a hablemosdetodo@lanacion.com.ar