Callie McAlary, de 16 años, es una sobreviviente de las trágicas inundaciones que azotan a Texas. La adolescente, que asistía al campamento cristiano de verano Mystic, contó que la noche anterior a que la crecida del río Guadalupe arrasara con el predio, se fue a dormir convencida de que los truenos que se escuchaban eran provocados por “una simple tormenta”. Poco después, descubrió que no era así: el agua comenzó a inundar las cabañas y muchas de sus compañeras salieron a la intemperie en busca de refugio. “Había niñas corriendo, intentando salvarse”, recordó.
Tiene 16 años, estaba en el campamento arrasado en Texas y sobrevivió: “Oímos subir el agua”Callie, de 16 años, había llegado al campamento cristiano para niñas y adolescentes Camp Mystic, en el condado texano de Kerr, llena de ilusiones. Nunca imaginó que viviría una experiencia de terror. Según contó en una entrevista con Fox Report, cuando comenzó el temporal, ni ella ni sus amigas creyeron que estaban en peligro. “Nos fuimos a dormir pensando que era una simple tormenta”, relató.
Sin embargo, poco después todo cambió. “En un momento ves un rayo junto a tu cabaña y, a tu lado, oyes que sube el agua”, explicó.
En pocos minutos, la situación se agravó. El caudal del río Guadalupe llegó hasta las cabañas donde las chicas estaban alojadas y muchas de las campistas salieron en busca de refugio: “Había niñas corriendo, intentando llegar a otras cabañas, intentando ponerse a salvo”. “Por suerte, mi cabaña era una de las pocas que no tenía agua, pero las cabañas de enfrente sí la tenían”, agregó.
Así vivió el avance del agua: “Tenía miedo”A pesar de que su cabaña no había sido alcanzada por la inundación, McAlary contó que la angustia se apoderó de ella. Temía que el agua irrumpiera también en su alojamiento y tomó una decisión conmovedora. “Me puse la etiqueta con mi nombre”, en la ropa, dijo.
Y explicó por qué lo hizo. “Tenía miedo de que si salía agua cerca de otras cabañas, la nuestra pudiera ser la siguiente". La chica comentó que entonces se colocó la identificación con su nombre “por seguridad”. “En mi cabeza pensaba: ‘Si pasa algo y me arrastra el agua, al menos llevaré mi nombre en el cuerpo’”, detalló.
Camp Mystic: un lugar con historia familiarTara Bradburn, la madre de la adolescente, explicó que para Callie el campamento de verano cristiano era una tradición. La chica asistía desde que iba a segundo grado y, aunque en la actualidad su familia vive en Virginia, quiso que su hija continuara asistiendo para que “tuviera raíces texanas”.
Agregó que confiaban en el equipo del campamento y destacó la labor de los consejeros durante la tragedia. “No tengo palabras para describir lo que hicieron estos jóvenes para calmar a las chicas y garantizar su seguridad”, aseguró.
Aunque Callie ya está a salvo con su familia, el dolor y el impacto emocional permanecen. “Esto es muy duro emocionalmente para cualquiera. Y como padres, tenemos la obligación de apoyar a nuestra hija y asegurarnos de que reciba la ayuda que necesita para seguir adelante”, concluyó Bradburn.
Confirman 27 víctimas fatales en el campamento de verano de TexasLas trágicas inundaciones y la crecida del río Guadalupe dejó un saldo devastador: 27 víctimas fatales, entre campistas y consejeros del Camp Mystic. “Camp Mystic está de luto por la pérdida de 27 campistas y consejeros tras la catastrófica inundación”, publicó este lunes la institución en su web oficial.
“Nos sentimos profundamente destrozados junto con nuestras familias que sufren esta tragedia inimaginable. Oramos constantemente por ellos", agregaron. Asimismo, los organizadores del campamento destacaron la labor de las autoridades locales y estatales: “Están desplegando incansablemente amplios recursos para buscar a nuestras niñas desaparecidas”.