Con el paso de los años, es fundamental utilizar todos los recursos disponibles para cuidar el cuerpo y, sobre todo, el cerebro. Una de las herramientas más importantes con las que cuentan las personas es la alimentación ya que hay vitaminas presentes en diferentes tipos de productos de acceso cotidiano que son clave para mantener la salud cerebral y su correcto funcionamiento con el paso de los años
La psiquiatra nutricional Uma Naidoo, Directora de Psiquiatría Nutricional y de Estilo de Vida en el Hospital General de Massachusetts (MGH) y profesora de la Facultad de Medicina de Harvard, explicó que la incorporación de vitaminas es esencial para mejorar los procesos cognitivos. Esto se debe a que la dieta puede ayudar a tratar y prevenir una amplia gama de problemas, que van desde los trastornos de atención, la ansiedad y la depresión, entre otros.
A medida que se envejece el riesgo de enfermedades neurológicas aumenta, por eso la profesional recomienda llevar a cabo un plan de alimentación riguroso, que debe estar personalizado según las necesidades únicas de cada individuo, pero en el cual debe tener prioridad la ingesta de vitaminas del grupo B para mantener el cerebro sano y activo.
Existen ocho vitaminas B diferentes, cada una con beneficios primarios específicos para la salud:
La vitamina B1 (tiamina), es crucial para el funcionamiento básico de nuestras células y el metabolismo de los nutrientes para obtener energía. El cerebro es uno de los órganos más activos del cuerpo, por eso la carencia de tiamina puede provocar problemas neurológicos.La vitamina B2 (riboflavina), actúa como asistente de las enzimas en las células, que realizan procesos importantes en el cuerpo y el cerebro. Ayuda a crecer células, producir energía y descomponer grasas.La vitamina B3 (niacina) trabaja en la producción del colesterol y grasas necesarios en el cuerpo. Es un antioxidante, lo que ayuda a reducir la inflamación excesiva. La vitamina B5 (ácido pantoténico) interviene con las enzimas del cuerpo en construir y descomponer ácidos grasos para obtener energía. Como el cerebro tiene un gran componente de grasa, es una de las vitaminas más importantes para la salud cerebral. La vitamina B6 (piridoxina), se destaca por su rol en la prevención de enfermedades, ya que apoya muchas reacciones químicas en el cuerpo que favorecen el sistema inmunológico y la salud del cerebro. La vitamina B7 (biotina), regula los procesos celulares para una comunicación rápida y eficiente en todo el cuerpo, por eso mejora la actividad de los neurotransmisores. La vitamina B9 (folato), tiene un papel clave en la desintoxicación celular, mejora la salud cerebral y neurológica porque impulsa el funcionamiento óptimo de los neurotransmisores y el equilibrio psicológico.La vitamina B12 (cobalamina), es esencial para la formación de glóbulos rojos y ADN, así como para el desarrollo y funcionamiento del sistema nervioso.A diferencia de otros nutrientes que son beneficiosos para el cuerpo, pero que cuesta sumarlos a la dieta común de las personas, las vitaminas B se encuentran en alimentos que son de consumo cotidiano por la mayor parte de la gente, por lo que son fáciles incluir en la dieta de todos los días.
Los huevos contienen un tercio del valor diario recomendado de vitamina B7, además de pequeñas cantidades de muchas otras vitaminas B. El yogur es rico en vitamina B2 y B12, así como en probióticos naturales que apoyan la salud intestinal y mental. Las legumbres como porotos negros, garbanzos y lentejas ayudan a mejorar la salud cerebral ya que son fuente de vitamina B9 y, en menor cantidad, de B1, B2, B3, B5 y B6.
El salmón es rico en todas las vitaminas del grupo B, especialmente B2, B3, B 6 y B12, mientras que las semillas de girasol tienen vitamina B5, que es fundamental para la actividad cerebral. Por último, las verduras de hoja verde como espinaca, acelga y repollo son clave por su alto contenido de vitamina B9.
En su libro “Calm Your Mind with Food”, Naidoo, que tiene más de 145 mil seguidores en su cuenta de Instagram, explica que con una correcta alimentación y un enfoque integral se puede aliviar patologías de esta época como la ansiedad. Según la autora, la ansiedad se arraiga en el cerebro y se conecta con todo el cuerpo, desde el sistema inmunitario hasta el digestivo, por eso es un deber mantener una alimentación acorde y usar la nutrición como una herramienta esencial para calmar la mente.