Tapalqué, a unos 270 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires, es un destino que gana cada vez más protagonismo entre quienes buscan una escapada de fin de semana con identidad rural, gastronomía tradicional y relax asegurado gracias a su complejo de piletas de aguas termales. Además, en los últimos años, el pueblo se consolidó como referencia en la elaboración de salames de cordero, uno de los pocos lugares del país donde se producen de forma artesanal y con sello bonaerense.
Relax en las termas de TapalquéEl complejo termal de Tapalqué es el principal atractivo turístico. Funciona de jueves a domingos y feriados, de 10 a 18, con tarifas accesibles y promociones para jubilados, niños y residentes. Las instalaciones cuentan con cuatro piscinas cubiertas de aguas termales mineromedicinales a distintas temperaturas, todas con jets de hidromasaje, sin barreras arquitectónicas y con un diseño mimetizado con el paisaje rural. También hay vestuarios amplios, zonas de relax, servicios de spa y un sector gastronómico con restaurante, heladería y tiendas de productos locales.
Las termas ofrecen además tratamientos complementarios como reflexología, reiki, armonización de chakras, apertura de registros akáshicos y masajes descontracturantes. Dentro del predio funciona un local multimarcas que reúne productos regionales de más de treinta emprendimientos: dulces, miel, vinos, alfajores artesanales, cervezas, fiambres y conservas elaboradas en la zona.
Salame de corderoLa historia comienza en 2014, cuando Facundo, un joven productor local, regresó de estudiar en La Plata y se incorporó al trabajo familiar con ovinos. La raza elegida fue la pampinta, de triple propósito: carne, leche y lana. El proyecto fue creciendo junto a su compañero de ruta Juan Ponthot, de La Artura, y juntos comenzaron a innovar con cortes trozados y envasados al vacío. Luego vino el salto: convertir esa carne en salames, un producto inédito en la región.
Así nació La Salamanca, un emprendimiento que combina tradición y agregado de valor. Los salames de cordero se elaboran en una pequeña planta dentro de la vivienda familiar, con animales faenados en el frigorífico municipal y siguiendo todas las normativas sanitarias.
Al proyecto se sumó María Emilia, pareja de Facundo, con una mirada complementaria: recuperar los cueros ovinos que antes se descartaban y convertirlos en objetos de decoración y piezas para el recado. Así nació La Salamanca Cueros, una marca que ofrece alfombras, almohadones y cuero curtido de manera artesanal.
Los productos se pueden adquirir en ferias locales o a través de redes sociales, y también están presentes en Filomena, una tienda de productos regionales ubicada dentro del complejo Termas Tapalqué.
Dónde comer en TapalquéComer bien es parte de la experiencia. En el centro, algunos clásicos del pueblo son el Club Social Tapalqué (sobre Av. 9 de Julio), El Viejo Correo (en San Martín y Sarmiento), y La Clandestina, con parrilla y minutas.
También se destaca Nina Rural Veggie, una propuesta de cocina vegetariana y vegana ubicada en la zona de quintas, con parrilladas de verduras y platos elaborados con productos agroecológicos. Uno de sus platos recomendados son nuggets de tofu orgánico cuyo rebozado es preparado con huevos de pato, levadura nutricional sabor queso, pan rallado, avena, semillas y especias.
Para una merienda, Un Lugar Llamado Tapalqué (Adolfo Gómez 152) ofrece tés, tortas caseras y alfajores artesanales en un salón cálido y tranquilo.
Quienes buscan sumar una experiencia más rural pueden visitar parajes cercanos como Campodónico o Crotto, ubicados a menos de 40 kilómetros. En Campodónico funciona la histórica Pulpería San Gervasio, una construcción de mediados del siglo XIX donde se sirven picadas con chorizos caseros, salames y quesos de campo, además de ofrecer una experiencia de viaje en el tiempo con sus paredes de adobe, mostradores de madera y estanterías con botellas centenarias.
Crotto, en tanto, es un pequeño pueblo de apenas 300 habitantes con una estación de tren abandonada convertida en museo comunitario y una plaza presidida por una escultura en homenaje a “la mujer campesina”. Es un buen punto para comprender la identidad agrícola de la región, con fuerte presencia de mujeres rurales. Cada abril se celebra allí una fiesta en su honor.
Paseo por el arroyo y propuesta culturalAdemás de la propuesta gastronómica y termal, Tapalqué invita a recorrer su entorno natural y cultural con calma. El arroyo Tapalqué atraviesa el pueblo y ofrece más de diez kilómetros de costanera arbolada, ideal para caminatas, ciclismo, kayak o simplemente sentarse a ver el agua correr. Hay senderos, zonas de pesca recreativa, bancos de descanso y espacios verdes para disfrutar sin apuros. El balneario municipal, ubicado sobre la vera del arroyo, permanece activo durante todo el año con parrillas, juegos infantiles, piletas y zonas de camping.
A nivel cultural, Tapalqué cuenta con el Museo Municipal Ricardo Romera, que ofrece un recorrido por la historia local con salas dedicadas a los pueblos originarios, la vida rural, el gaucho y las primeras familias del pueblo. El edificio se complementa con el Centro Cultural Ricardo Romera, donde funciona una moderna sala de cine que forma parte de la Red INCAA, con proyecciones semanales de cine argentino y estrenos internacionales.
En mayo, la agenda local suele incluir ferias de emprendedores, exposiciones en el centro cultural y actividades recreativas al aire libre organizadas por la municipalidad. Las redes oficiales del municipio y del área de turismo (“Tapalqué Enamora”) publican semana a semana las novedades. En abril, por ejemplo, tuvo lugar el Tapalqué Fest en la Plaza Adolfo Alsina, con feria de diseño, música en vivo, autos clásicos y un patio gastronómico de productores locales. Eventos como ese se repiten durante el año, sobre todo en fines de semana largos.
Cómo llegar a Tapalqué y dónde hospedarseEl acceso a Tapalqué es sencillo: se puede llegar en auto desde Buenos Aires en unas tres horas por Ruta 205 hasta Azul, y luego por la Ruta Provincial 51. También hay servicios de ómnibus que parten desde Retiro y Liniers, con una duración aproximada de cinco horas.
En cuanto al hospedaje, la oferta incluye cabañas como Amankay (en las afueras del pueblo), el Complejo Los Nogales, hosterías céntricas y alojamientos particulares. Además, el camping municipal —ubicado en el balneario— ofrece duchas, seguridad, parrillas y espacio para carpas y motorhomes. Para quienes prefieran alojarse dentro del complejo termal, hay opciones con acceso directo a las piletas y al restaurante.
En síntesis, Tapalqué combina tradición y modernidad en un formato de pueblo accesible, hospitalario y sin pretensiones. Tiene el ritmo justo para descansar, el sabor genuino de la producción local, y la calidez de su gente. Una escapada que no necesita de grandes planes ni de agenda apretada: alcanza con dejarse llevar entre termas, salames de cordero, cueros curtidos y caminatas junto al arroyo.