Fue el arma letal con que Alianza Lima enterró las ilusiones de Boca en la Copa Libertadores. El método empleado por Newell’s para sacar dos goles de ventaja en el triunfo 2 a 0 en el Coloso Bielsa. Y la táctica utilizada por Unión, Huracán, y la enorme mayoría de los rivales a la hora de complicarle la existencia al equipo de Fernando Gago. El dato es contundente: la mitad de los goles que le marcaron el Xeneize en 2025 provinieron de acciones de pelota parada. Y en el 80 por ciento de los casos, esos gritos privaron al equipo de la Ribera de sumar una mayor cantidad de puntos.
Ante la Lepra, el cabezazo en soledad de Luciano Lollo le bajó la persiana al primer tiempo en Rosario y casi que liquidó el asunto ante un Boca desorientado, al que le llegaron muy poco y le marcaron muy fácil. El zaguero se liberó de la marca de Tomás Belmonte y ganó de arriba entre Milton Giménez (1,84) y Lautaro Di Lollo (1,89), dos de los futbolistas más altos del plantel azul y oro. En la estadística general, Boca perdió el 65% de los duelos aéreos, incluidos todos los sectores del terreno: 11 sobre 17.
Los errores de Boca en la derrota ante Newell’s“Todas las facetas del juego están hechas para mejorar. En los últimos partidos casi no nos habían cabeceado en la zona defensiva. Puede pasar que el rival tire un buen centro, o tenga un buen ejecutor y nos ganen en un duelo”, relativizó Gago el déficit de Boca en las pelotas paradas en contra, pese a que en cuatro de los últimos cinco partidos le generaron situaciones por esa vía: el tanto de Hernán Barcos para Alianza Lima por la fase 2 de la Copa Libertadores; un cabezazo franco de Lautaro Riveros, de Central Córdoba, que fue directo a las manos de Marchesin; una salida en falso del arquero que casi termina en gol de Braian Cufré, también ante el Ferroviario, y un rechazo fallido de Di Lollo en la victoria por 4 a 0 sobre Defensa y Justicia, que le dejó servido el grito a Emanuel Olivera, que remató fuerte y desviado.
Gol de Alianza Lima desde un lateralPero los problemas de Boca en el juego aéreo vienen de larga data. Durante el ciclo de Diego Martínez, 18 de los 39 goles que recibió el equipo procedieron de córners o tiros de esquina. Eso implica un 46% del total. Tras la llegada de Gago, a Boca le marcaron 11 tantos en 12 partidos hasta el final del año y tres de ellos llegaron por la cancha de arriba: los de Nehuén Paz y Agustín Cardozo en el 3 a 0 de Tigre en el debut de Pintita, y el de Marcos Rojo en contra con Gimnasia, por los cuartos de final de la Copa Argentina.
Y el 2025 fue más de lo mismo, al punto de que Boca selló su eliminación en la Copa Libertadores producto de dos distracciones defensivas en el área. Sin dudas, el gran talón de Aquiles del equipo de Fernando Gago, que pareciera no encontrarle la solución al problema. En la segunda fecha del Apertura, Boca ganaba 1 a 0 ante Unión y se ubicaba segundo en las posiciones tras el empate en casa con Argentinos. Sin embargo, el local encontró el empate en la última jugada del partido y dejó al Xeneize sin su primera victoria en el año. Eran ocho futbolistas de Boca (más Leandro Brey) contra cinco hombres del Tatengue del local. Pero tres fueron juntos a disputar el balón (Giménez, Di Lollo y Juan Barinaga), perdieron en el punto del penal, y Franco Fragapane apareció por detrás de todos para clavarla junto al palo.
Anticipo y gol de Barcos en la BomboneraCuatro días después llegó el triunfo 2 a 1 con Huracán con un gran segundo tiempo del equipo, con Carlos Palacios como bandera y el aporte clave de Marchesin. Pero el partido se había puesto cuesta arriba cuando Mateo Pellegrini aprovechó un centro de Leonardo Gil desde la izquierda y la metió de atropellada para el 1 a 1 parcial. Boca marcó hombre a hombre y agrupó nueve jugadores en el área más dos en la barrera, pero perdió fácilmente la marca y dos futbolistas rivales llegaron a posición de gol.
Aunque, si hay fallas que Boca se lamentará mucho tiempo son las que propiciaron los tantos de Alianza Lima en el repechaje a la zona de grupos de la Copa Libertadores. Porque el grito de Pablo Ceppelini, en el amanecer del partido en Perú, no provino de un córner, sino de un lateral. Entre Di Lollo, Alan Velasco y el juvenil Camilo Rey Domenech no lograron despejar la pelota y el uruguayo Ceppelini la empujó al gol tras una floja respuesta de Marchesin. En la revancha, Rojo fue cortinado en el segundo palo y Barcos se elevó en soledad para marcar el 1 a 1. El resto de la historia es conocida: la igualdad llevó la tanda a los penales y Boca consumó uno de sus máximos fracasos internacionales. En conclusión, cinco de los nueve goles que le marcaron a Boca fueron de pelota detenida.
Gago les concedió el día libre a los futbolistas tras la dura caída en Rosario y este martes comenzará a preparar el partido del próximo domingo frente a Barracas Central, cuyo goleador, Facundo Bruera, es el jugador de campo más alto del fútbol argentino. Otro llamado de atención para un Boca vulnerable y sin margen para el error.