Mundial de Clubes: Cómo puede hacer River para reemplazar al lesionado Sebastián Driussi

River ya sabe que no podrá contar con Sebastián Driussi para lo que queda del Mundial de Clubes. El “esguince severo del ligamento interno del tobillo izquierdo” que sufrió el martes en el debut ante los japoneses de Urawa Red Diamonds lo margina del torneo ecuménico y hasta lo pone en duda para la serie de octavos de final para la Copa Libertadores frente a Libertad de Paraguay, cuyos encuentros se jugarán el 14 y el 21 de agosto. En la competencia que se disputa en Estados Unidos, River podrá sumar a dos jugadores en una ventana especial de transferencias. A continuación, el detalle del reglamento.

Las reglas del Mundial de Clubes establecen una ventana especial para sumar jugadores entre el 27 de junio y el 3 de julio. Se refiere, sobre todo, al reemplazo de futbolistas que quedan libres por el final de su contrato. Los únicos que tienen sustitución directa en la lista de buena fe -River anotó al máximo de futbolistas permitidos, es decir, 35- son los arqueros que se enferman o sufren problemas físicos. Primera conclusión: Driussi se mantendrá en la lista de buena fe del equipo millonario porque no es arquero y porque, además, su contrato no culmina durante la competencia: cuando llegó en enero de este año desde Austin, de la MLS, firmó hasta diciembre de 2028.

El gol y la lesión de Driussi

Entonces, ¿cómo puede hacer River para sumar potencia ofensiva teniendo un 9 lesionado? Los otros centrodelanteros de la lista de buena fe son Facundo Colidio, el colombiano Miguel Ángel Borja y el juvenil Bautista Dadín, que no tiene contrato profesional. El reglamento del Mundial de Clubes permite agregar a dos jugadores nuevos al listado de 35. Lo dice textual: “Durante la ventana -del 27 de junio al 3 de julio-, los clubes también podrán añadir hasta dos nuevos jugadores, que no computarán para el máximo de 35 jugadores en la lista final”. La FIFA agrega: “No es necesario que los jugadores nuevos hayan sido incluidos previamente en la lista provisional de jugadores del club”. Así, el paraguayo Adam Bareiro, quien regresó a River de su préstamo en Al-Rayyan de Qatar y no fue incluido en la lista original de 35 jugadores, podría sumarse para agregar gol al plantel recién a partir de los octavos de final. Segunda conclusión: hasta el 27 de junio, Gallardo tendrá que arreglarse con el poder de fuego que llevó a Estados Unidos desde la Argentina.

Otra posibilidad es que el equipo millonario busque -y contrate- a un 9 en el mercado. Y lo lleve directamente al Mundial de Clubes como uno de esos dos futbolistas adicionales previstos por el reglamento. Los dirigentes tienen dos tratativas abiertas, y ninguno de los dos jugadores es un 9: se trata de Román Vega, lateral izquierdo de Argentinos Juniors, y Maximiliano Salas, delantero de Racing que va más por las bandas porque el puesto de goleador en la Academia está cubierto con Adrián “Maravilla” Martínez. Si ambas negociaciones se concretan, entonces no habrá lugar para Bareiro. Porque, además, ninguno de los contratos de los jugadores de River que están en Estados Unidos se vencerá durante el torneo. Salvo el caso ya mencionado de Dadín, situación que intentarán resolver al regreso de la competencia global.

Así fue la lesión de Driussi

A los tres minutos del segundo tiempo, el número 15fue a disputar por aire un mal despeje de la defensay no dio por perdida la pelota, que fue hacia el capitánMarius Hoibraten. Tenaz, el centrodelanteroadivinó la intención del defensor, que buscó inoportunamente a su arquero con un cabezazo hacia atrás, y Driussi llegó a conectar antes de queShusaku Nishikawapudiera darle el manotazo o atraparla. Así,el cabezazo de Driussi se anticipó y se transformó en el 2-0 para River, pero el atacante quedó tendido en el campo de juego.

El arquero lo había golpeado en la cara en el intento de despeje y, en la caída, el jugador millonario apoyó mal con el pie izquierdo y quedó tomándose el tobillo, mientras llamaba a los médicos para que lo atendieran de inmediato. Algunos compañeros llegaban para abrazarlo por el tanto que le generaba algo de calma al conjunto argentino, pero Driussi permanecía en en suelo. Un motivo de intranquilidad.

Tres minutos después del gol y tras ser asistido en la cancha, el delantero fue reemplazado por el colombiano Miguel Borja. No solamente no podía continuar en el juego; ni siquiera podía pisar el futbolista nacido en San Justo hace 29 años, que llegó hasta el banco de suplentes sostenido por los dos médicos y sin apoyar la pierna izquierda, luego de que Marcos Acuña lo ayudara a salir. En medio, un llanto que intentaba ocultar.

Más tarde, todavía durante esa segunda etapa, el jugador se permitió una primera sonrisa en medio del dolor y la incertidumbre por la magnitud de la lesión. “Me rompí todo”, llegó a decirles, según se advirtió, a compañeros que estaban sentado cerca en el banco de suplentes, ya sin calzado ni medias y con la zona inmovilizada.



Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/mundial-de-clubes-como-puede-hacer-river-para-reemplazar-al-lesionado-sebastian-driussi-nid18062025/

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