Por segunda vez en menos de una semana, la Unión Industrial Argentina (UIA) lanzó críticas al Gobierno por las medidas que facilitan la importación mientras se mantiene la presión tributaria a la fabricación nacional. La entidad empresaria señaló que “es preocupante” que la integración comercial no esté acompañada de una agenda de competitividad.
De esta manera, los industriales reiteraron la idea de “nivelar la cancha”, tantas veces repetida por su presidente, Daniel Funes de Rioja, en alusión al costo argentino que pesa sobre los productores locales.
Estas críticas llegan después del anuncio que realizó el ministro de Economía, Luis Caputo, el viernes pasado sobre la baja de aranceles a la importación de ropa, tela y calzado. En redes sociales, el funcionario anticipó que el Ejecutivo reducirá los derechos de importación de la ropa del 35% al 20%; los de telas, del 26% al 18% y los de distintos hilados bajarán del 18% a un rango de entre 12% y 16%, dependiendo del tipo de producto.
“La industria ha señalado que con los actuales niveles de presión fiscal, informalidad, falta de acceso al crédito y demás desequilibrios, la competencia frente a las importaciones de bienes finales, en especial de algunos países, se torna claramente desigual y desleal”, incluyó la UIA en un comunicado enviado a los medios.
Caputo explicó que la medida busca generarle más competencia a los productores locales y, de esta manera, incentivar el acceso a indumentaria a precios más bajos.
Según cifras oficiales, un relevamiento sobre productos de marcas internacionales muestra que una remera cuesta en el país un 310% más que en España y 95% más que en Brasil, mientras que una campera es 174% más cara que en España y 90% más que en Brasil. Un relevamiento realizado por LA NACION reflejó que una camisa en la Argentina puede tener un precio 47% más elevado que en Brasil o 261% más que en España. En el caso de un jean, la comparativa arroja valores un 82,1% más caros que en Brasil y 115,8% más que en España.
“En lo que respecta al aumento de precios, esgrimido como principal razón para la baja de aranceles, cabe señalar que en enero, el rubro textil registró un aumento de precios del 0,6% mientras que la indumentaria de producción textil aumentó un 1%. Por este motivo, el aumento de prendas de vestir y calzado en IPC en febrero dio 0,4%, muy lejos del incremento de precios de otros sectores de la economía”, respondió la UIA.
Según los informes del Indec, “Prendas de vestir y calzado” es el rubro de mejor desempeño en la lucha contra la inflación de la era Milei. En 2024 fue el que marcó el menor aumento, del 84,5%. Y en lo que va de 2025 registra una deflación de 0,2%. Este escenario difiere lo que ocurrió años anteriores. En 2020, fueron los que más aumentaron. En 2021, cayeron al segundo puesto y al año siguiente volvieron a subir. Esto, sumado a la clásica premisa “afuera lo consigo más barato”, hizo que el sector textil ganara la fama de “carero” en la Argentina. Sin embargo, los fabricantes reconocen los altos costos, pero indican que “el problema no está en la producción, sino en la comercialización”.
La UIA emitió una alerta sobre la cuestión laboral en el sector textil en el comunicado de hoy. “Se estima que se perdieron 30 mil puestos de empleo en el último año”, sostuvo. En consecuencia, volvió a solicitar al Gobierno coordinar la agenda aperturista con la de baja del costo argentino, mediante la reducción de impuestos nacionales.