El perito forense maragato, José Micieli, analizó el informe oficial a pedido de la familia de la víctima y señaló la existencia de rastros de violencia.
En ese sentido, el médico forense habla sobre un “golpe de puño en la boca y trauma craneal que pudieron haber sido producidas con el objetivo desvanecer a la victima para poder manipularla y finalmente colocarla en la posición en la que se halló”.
“Es difícil, ya que nunca vi que una persona de suicidé por ahorcadura teniendo apoyo en el piso y que, si son ciertas las versiones, era de 1,20 metros”, remarcó.
A la vez, el perito habló de las quemaduras de cigarro como “dato claro de tortura, lo mismo, no coloca el tiempo de evolución”. Declaró que no se enviaron muestras de las lesiones y sugirió una declaración testimonial para sumar al informe oficial.
La medica que realizó la autopsia en México marcó que las lesiones compatibles a relación sexual reciente muestran que “no fue consentida”. Al mismo tiempo, Micieli indicó que “no se envió a patología, o por lo menos no está informado, partes del cuello que se ven comprometidas en las ahorcaduras, como los músculos esternocleidomastoideos, paquetes vasculares laterales del cuello y traquea, ya que se podría determinar la presión ejercida en los mismos. No veo tampoco que haya enviado a estudio histopatológico y bioquímico los órganos”.
Entre los médicos, son datos que no se podrán resolver por la cremación del cuerpo, al igual que los estudios toxicológicos. Por lo tanto, Micieli sugiere que se realice la declaración de la forense mexicana para intentar encontrar la información faltante.