Desde sus raíces en el folclore mexicano hasta el salto a la popularidad como himno del rock and roll de la mano del cantante chicano Ritchie Valens, pocas canciones guardan historias trágicas como “La bamba”. El origen del tema se remonta a la tradición de la ciudad portuaria de Veracruz, donde nació como un son jarocho de autor desconocido, presumiblemente en los últimos años del siglo XVII.
Inicialmente, la canción satirizaba los esfuerzos inútiles realizados por el virrey de México para defender a los ciudadanos del puerto de Veracruz de los piratas. Su nombre alude también a un baile de origen español denominado bamba, que era popular en esa época. Así las cosas, durante más de tres siglos, la canción continuó siendo cantada y danzada sobre todo en Veracruz, donde adquirió su carácter representativo de ese estado mexicano.
“Para bailar la bamba / Para bailar la bamba / Se necesita una poca de gracia / Una poca de gracia pa’ mí, pa’ ti / Arriba y arriba / Y arriba y arriba / Por ti seré /Por ti seré / Por ti seré / Yo no soy marinero / Yo no soy marinero / Soy capitán, soy capitán / Soy capitán / Bamba, bamba / Bamba, bamba / Bamba, bamba”, comienzan los primeros versos de la canción, un clásico de todos los tiempos.
Con una melodía simple y pegadiza, la historia es que en 1958, el productor Bob Keene había descubierto un talentoso joven de apenas 17 años llamado Ricardo Valenzuela. De ascendencia mexicana, el chico se hacía llamar Ritchie Valens, mientras comenzaba una carrera en ascenso fusionando canciones populares mexicanas con el rock and roll. Así las cosas, durante una sesión de grabación, Valens escogió “La bamba” para ponerle su propia voz, le añadió una batería potente y sumó unas guitarras eléctricas. El resultado fue… “electrizante”, un coctel explosivo que la popularizó definitivamente, mientras trepaba cada vez más en las listas de éxitos de Estados Unidos.
El día en que “murió el Rock & Roll”Por entonces, a fines de la década del 50, el éxito de “La bamba” parecía no tener techo. En la cúspide de su corta y vertiginosa carrera, Ritchie Valens se encontraba en medio de una gira por Estados Unidos junto a otros compañeros de ruta, como Buddy Holly y The Big Bopper, cuando entre todos decidieron contratar una avioneta para ir de Clear Lake (Iowa) a su próximo destino. Mala idea. Transcurría la tormentosa noche del 3 de febrero de 1959 cuando, poco después de despegar, el avión donde viajaban se estrelló y todos sus ocupantes murieron en el acto.
Años después, el cantante y compositor estadounidense Don McLean inmortalizó aquel fatídico suceso en “American Pie” (1971), la canción en la que hizo referencia a la tragedia como “El día que murió el rock and roll”.
“Para bailar la bamba / Para bailar la bamba / Se necesita, una poca de gracia / Una poca de gracia pa’ mí, pa’ ti / Arriba y arriba / Y arriba, y arriba / Por ti, seré / Por ti, seré / Por ti, seré / Bamba, bamba / Bamba, bamba / Bamba, bamba”. Durante décadas, “La bamba” permaneció como un clásico que pasaban a menudo en las radios, hasta que en 1987, el director Luis Valdéz decidió llevar la vida de Ritchie Valens a la pantalla grande. El film se presentó como “la historia sobre un desfavorecido cantante chicano, conocido como el padrino del rock chicano, quien murió a los diecisiete años en un accidente aéreo”.
Claro que para tal fin, era imprescindible una banda sonora que hiciera justicia al legado del artista, y decidieron convocar a Los Lobos, el grupo de rock chicano, de Los Ángeles. La versión de Los Lobos, con la voz de David Hidalgo al frente, adquirió un sonido más maduro y potente, que supo captar la esencia de la versión de Valens y su época. Rápidamente la canción se convirtió en un éxito mundial, alcanzando el número uno en las listas de Billboard, dándose a conocer a toda una nueva generación que no había siquiera escuchado hablar de Valens y aquel fatídico accidente de 1959.
En cineLa película protagonizada por el actor y cantante Lou Diamond Phillips, en el papel de Ritchie, fue un éxito de taquilla. El guión estaba inspirado en los recuerdos que la familia Valenzuela había compartido con el director, ciertos eventos bien conocidos en la carrera del músico, aunque los datos eran mayormente escasos. Para cuando su floreciente carrera se había visto truncada, Valens apenas había tenido tres éxitos, y las pocas entrevistas que había dado durante sus escasos seis a ocho meses de fama, principalmente para promocionar su música en la radio, se habían perdido para siempre, quedando apenas historias poco fiables de segunda mano que lograron sobrevivir.
De todas formas, Valdéz reunió todo el material que disponible para escribir su historia, que además de la biopic, hace foco en la identidad del “ser chicano”, como se conoce a los descendientes de mexicanos y mexicoamericanos nacidos en Estados Unidos, mayormente en Texas y el sur de California.
Nacido el 13 de mayo de 1941 en el barrio de Pacoima, en Los Ángeles, en una familia de trabajadores agrícolas, “Ritchie”, como lo llamaba su madre, Connie, vivió con su padre, Steve, hasta su muerte, cuando él tenía apenas diez años. Poco se sabe poco sobre la vida de Valens entre los diez y los dieciséis años. La película comienza con vistazos de Ritchie trabajando en el campo y viviendo como un joven chicano en esa época, pobre y hacinado, para luego dedicarse a contar cómo aquel chico, por entonces enamorado de una chica rubia y blanca llamada Donna, terminó convirtiéndose en un pionero del rock en español, haciendo historia con la primera canción de rock en ese idioma en llegar al público blanco angloparlante.
La película se estrenó el 24 de julio de 1987, con pocas expectativas por parte de los ejecutivos de Hollywood, pero una brillante campaña de marketing dirigida a la comunidad latina y el estreno simultáneo de versiones en inglés, doblada al español y subtitulada en español (algo inédito en Hollywood hasta ese momento) contribuyó al éxito del film, que recaudó más de 54 millones de dólares en Estados Unidos.
En cualquier caso, la versión de “La bamba” de Valens se convirtió en uno de los primeros referentes del movimiento de rock chicano, que sentó las bases para futuros artistas del rock latino y dejó una huella imborrable en la industria musical. Fue uno de los primeros artistas de estas latitudes en dar el salto al rock and roll convencional, y abrió las puertas a otros artistas latinos en la escena musical estadounidense.
Desde entonces, tanto la versión original de Ritchie, como el cover de Los Lobos han aparecido en múltiples películas y series de televisión como Grease (1978); White Chicks (2004); Beverly Hills, 90210 (1990); La casa de papel (2017); The Goldbergs (2013); American Dad! (2005) y hasta en un capítulo de Los Simpson (1989).