Junto con los rumores sobre una inminente boda entre Tini Stoessel y Rodrigo De Paul surgieron también las versiones de que los abogados de la cantante y del futbolista estarían trabajando en un contrato prenupcial que contente a ambas partes.
En la Argentina, se especuló con que algunas parejas del mundo del espectáculo ya han decidido celebrar acuerdos antes de “poner el gancho”: tanto Stefi Roitman con Ricky Montaner como Pampita Ardohain con Roberto García Moritán, en su momento habrían acordado un esquema patrimonial previo a dar el sí. En el ámbito internacional, desde deportistas de elite hasta artistas y magnates suelen recurrir a este recurso para preservar sus bienes en caso de que todo salga mal.
Estos acuerdos son legalmente posibles en la Argentina desde 2015, a partir de las modificaciones introducidas al régimen matrimonial en el actual Código Civil y Comercial. El abogado Mauricio D’Alessandro destacó, en diálogo con LA NACION, el creciente interés sobre estos acuerdos en nuestro país: “Los abogados sabemos que cada vez más aumentan este tipo de convenios. En la Argentina se casan unos 12.000 matrimonios al año y en la Ciudad de Buenos Aires se separa la mitad. En Rosario, la relación es de 3 a 1, y en Tucumán de 10 a 1. Actualmente, en la ciudad de Buenos Aires hay un convenio prenupcial cada 3 matrimonios: eso significa que están activos y que cada vez más parejas los buscan“.
”En el caso de Stoessel y De Paul los dos son ricos y exitosos, así que yo creo que un acuerdo así podría tener más contenido fiscal que económico”, señaló. En este sentido, resuena el caso de Shakira y Gerard Piqué, que si bien nunca se casaron, estuvieron juntos más de una década y tras la separación, afloraron asuntos financieros que agobiaron a la cantante.
Según versiones de la prensa española, el padre de Piqué habría sido el responsable de un presunto fraude fiscal a la Hacienda Española por el que se investigó a Shakira. La suscripción de algún acuerdo de este tipo hubiese aportado claridad al patrimonio de ambos tras la ruptura.
La abogada Gabriela Jacquin conversó con LA NACION y destacó que en países como Estados Unidos o España, firmar un prenupcial es una práctica común incluso en parejas jóvenes, sin grandes patrimonios. “Lo utilizan emprendedores para proteger sus empresas, familias ensambladas y personas con bienes heredados. También se ha convertido en una herramienta para quienes desean preservar empresas familiares o proyectos profesionales de autoría propia, blindando activos clave”, explicó.
Por su parte, D’Alessandro comparó el alcance de los prenupciales locales con los de otros países: “En España se puede resolver sobre la crianza de los hijos, la educación, el colegio religioso, entre tantas otras cuestiones. Es mucho más amplio que acá, se puede estipular, por ejemplo, que el hombre quiere jugar los jueves pádel y tener todas las semanas un asado con amigos y hacer un viaje por año para ver la Champions League. La única limitación es el interés superior del niño. En los Estados Unidos podés acordar lo que se te antoje, incluso cuestiones vinculadas a las mascotas”. En la Argentina, el convenio solo puede tener contenido económico; ninguna de esas otras cuestiones se pueden pactar.
Jacquin apuntó que sería factible que Stoessel y De Paul firmen el contrato en Miami, se casen allá y luego celebren la fiesta en la Argentina. “Para que el contrato sea válido en Argentina, tendría que prever solamente cuestiones patrimoniales, no podría establecer, por ejemplo, sanciones por infidelidad. No se contemplan ese tipo de previsiones en los acuerdos prenupciales en la Argentina”, agregó.
Esta aclaración es relevante porque es uno de los elementos que diferencian estos acuerdos de separación de bienes del contrato prenupcial en otros países, muy popular entre las celebridades de Hollywood, en los que además de contener previsiones respecto de cómo repartir bienes también suelen incluir cláusulas penales o establecer lo que ocurriría en caso de infidelidad. Al parecer, Brad Pitt y Angelina Jolie, antes de su boda, en 2014, firmaron un acuerdo prenupcial que establecía cómo se dividirían sus bienes en caso de divorcio y, según algunos informes, también contenía cláusulas relacionadas con la custodia de sus seis hijos. A pesar de este acuerdo, su proceso de divorcio fue muy conflictivo, especialmente en cuanto a la custodia de los niños y la disputa por la propiedad de su viñedo francés, Château Miraval.
Los “prenupcial agreements” de la doctrina anglosajona exceden la elección del régimen patrimonial y pueden regular una serie de condiciones en caso de que se produzca la ruptura matrimonial, es decir que no solo ordenan el aspecto patrimonial, sino también algunos aspectos personales. De acuerdo con ABC, una de las condiciones que habrían firmado Jennifer Lopez y Ben Affleck fue la de mantener relaciones sexuales cuatro veces a la semana para evitar que “se acabe la pasión” o que surja alguna infidelidad de ambas partes. En la Argentina, no existe algo así para el matrimonio, aunque sí es posible en las uniones convivenciales.
Jacquin señaló que si bien la Argentina cuenta con una tasa de divorcio elevada, este tipo de pactos sigue despertando recelos en ciertos sectores. “La percepción más extendida es que se trata de una ‘muestra de desconfianza’ o una maniobra para protegerse ante una posible ruptura", apuntó sobre esta práctica que desde hace tiempo es generalizada en varios rincones del mundo occidental y que hoy marca tendencia en la Argentina.
En la farándula local fue muy resonado el caso de Zaira Nara y el uruguayo Diego Forlán: en 2011 anunciaron su casamiento y, sin embargo, en junio -un mes antes de pasar por el Registro Civil y 6 meses antes de la fiesta- confirmaron que la boda se suspendía. Los rumores aseguraban que el fin de la pareja había estado vinculado con su imposibilidad de consensuar un contrato prenupcial.
Respecto a la incomodidad que puede generarle a las parejas conversar sobre este tipo de iniciativas, Jacquin señaló: “Un contrato prenupcial no es un pronóstico de divorcio. Es, en realidad, un ejercicio de madurez, transparencia y responsabilidad, que requiere comunicación efectiva y estratégica entre los miembros de la pareja y el acompañamiento de un abogado especializado para acordar los términos y redactar el contrato. El contrato prenupcial sirve para proteger el patrimonio, ordenar la relación económica y, sobre todo, reducir la probabilidad de conflictos. En definitiva, es una forma de cuidar lo más valioso que puede tener una pareja: la confianza y la paz“.