El cierre de la transmisión viral de la expedición en el Cañón Submarino Mar del Plata, impulsada por el Schmidt Ocean Institute junto a más de 30 investigadores del Conicet, generó conmovedoras repercusiones. Además de mostrar curiosas especies como la batata marina o la estrella de mar “culona”, uno de los hitos del streaming fue Nadia Cerino, una de las biólogas que formaba parte de la iniciativa y que se ganó el cariño de la audiencia por su forma amable de explicar las profundidades del mar.
Durante la última emisión, la investigadora del Grupo de Estudios del Mar Profundo de Argentina (Gempa) se despidió de los oyentes y se mostró emocionada por el alcance del proyecto Talud Continental IV. “Es maravilloso poder transmitirlo, que nos acompañen... Que los niños lo miren, ver todo eso en los nenes y la inspiración... Fue mucho más de lo que esperábamos”, dijo el domingo.
“Gracias a todos los que están ahí. Sigan amando la ciencia, sigan amando el mar. La gente que no lo conocía ahora lo tiene en el corazón como nosotros", siguió Cerino. Todos los participantes de la expedición tuvieron unos minutos para despedirse.
Con la dulzura que la caracteriza y la voz quebrada, la bióloga añadió: “Adelante, gente, anímense. No hay edades, no hay límites si uno le pone ganas; esto es pasión, uno tiene que ponerle el corazón y las cosas después resultan así. Un agradecimiento gigante, ojalá que alguna vez esto se vuelva a repetir y nos volvamos a encontrar. Muchos éxitos en la vida. ¿Les dejo el mar a cuidado, sí? Un beso enorme”.
En el cierre, y como gesto de agradecimiento hacia las más de 50.000 personas que pasaron por el vivo a lo largo de estas semanas, los científicos sumergieron un cartel que rezaba: “¡Gracias por el apoyo!”.
La transmisión mostró las operaciones del robot submarino ROV SuBastian, que descendió a 3900 metros de profundidad. Las imágenes, difundidas por el canal de YouTube del Schmidt Ocean Institute, atrajeron a miles de espectadores que interactuaban con los científicos. En el buque trabajaron unas 70 personas, y los biólogos se dividían en dos grupos para cubrir las 24 horas. En cada turno, seis científicos operaban el ROV y los otros seis recopilaban datos. A partir de ahora, todo el material audiovisual y la información recolectada se publicarán en repositorios abiertos como Conicet Digital, OBIS y GenBank.
Nadia y su rol en el ConicetCerino es licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad CAECE y actual estudiante de la Maestría en Biología Marina. Además de su trabajo en el Laboratorio Químico del Departamento Científico de Pericias (CIPE) de la Prefectura Naval Argentina, donde analiza contaminantes, se destacó en la expedición “Oasis Submarinos” por su especialización en la taxonomía y distribución de corales de aguas profundas.
Mientras operaba el ROV durante una transmisión en vivo, la investigadora comentó: “Che, no sacamos ni un coral”. La frase resonó en la audiencia, que rápidamente la bautizó como “Nadia Coralina”. La bióloga tomó el apodo con humor e incluso creó una cuenta de Instagram con ese nombre, cuya descripción del perfil reza: “Explorando lo invisible del océano”.
En diálogo con LA NACION, Cerino bromeó: “Nunca hice nada parecido a un streaming. Llevaba más de seis horas hablando sobre lo que veía el ROV en el lecho marino y dije ‘che no sacamos ni un coral’ y de ahí la gente lo tomó y me puso el apodo. Hay que tener un cuidado terrible”.