Estados Unidos confirmó el traslado de cinco hombres, entre ellos un ciudadano cubano, al reino africano de Esuatini como parte de un programa de deportaciones a terceros países impulsado por la administración Trump. Sin embargo, la medida genera dudas por su hermetismo.
Estados Unidos deporta a cinco personas a Esuatini bajo acuerdo reservadoSegún Associated Press, este martes, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) informó que cinco hombres con antecedentes criminales fueron enviados al pequeño estado africano de Esuatini.
Según la subsecretaria Tricia McLaughlin, entre los deportados figuran ciudadanos de:
CubaVietnamJamaicaYemenLaosMcLaughlin precisó que los cinco arribaron por vía aérea, aunque evitó revelar la fecha exacta. Los describió como “individuos tan singularmente bárbaros que sus países de origen se negaron a recibirlos de vuelta”.
Entre los delitos por los que fueron condenados se mencionan asesinato, violación infantil y pertenencia a pandillas. Las fotografías y registros penales se compartieron en redes sociales oficiales, pero no se publicaron sus nombres.
Preocupación local por el secretismo en torno a los deportadosPor el momento, el gobierno de Esuatini no confirmó oficialmente la recepción de los deportados. Tampoco aclaró si están bajo custodia ni cuál es su estatus legal.
Desde el grupo prodemocracia SWALIMO, Ingiphile Dlamini manifestó que “ha habido una notable falta de comunicación oficial por parte del gobierno de Esuatini respecto a cualquier acuerdo o entendimiento con EE.UU. para aceptar a estos deportados”.
Dlamini advirtió que esa opacidad impide a la sociedad civil comprender las implicancias y recalcó que Esuatini “podría enfrentar una presión significativa al tener que acoger y manejar individuos con antecedentes complejos, especialmente aquellos con condenas por delitos graves”
Esuatini: una monarquía absoluta bajo cuestionamientos internacionalesEsuatini, antes conocida como Suazilandia, cuenta con alrededor de 1.2 millones de habitantes y se encuentra entre Sudáfrica y Mozambique. Es una de las últimas monarquías absolutas del mundo.
El rey Mswati III gobierna por decreto desde 1986 y reprime manifestaciones opositoras. En 2021, protestas prodemocracia dejaron decenas de muertos, supuestamente por acciones de las fuerzas de seguridad.
Expansión del programa de deportaciones a terceros paísesLa administración Trump busca cerrar acuerdos con más naciones africanas para ampliar el programa de deportaciones. La semana pasada, cinco líderes de países de África Occidental trataron el tema con Trump en Washington.
Sin embargo, algunos gobiernos se resisten. Nigeria informó que rechazó presiones de EE.UU. para aceptar deportados que no son sus ciudadanos. Aunque la Casa Blanca identifica a África como un escenario estratégico para estos acuerdos, también envió a cientos de personas a:
Costa RicaEl SalvadorPanamáEl mes pasado, el canciller de Ruanda confirmó conversaciones con Washington. Un plan similar con el Reino Unido fue invalidado por la Corte Suprema británica.
Casos anteriores y críticas por la falta de transparenciaAntes del caso de Esuatini, Estados Unidos envió a ocho hombres a Sudán del Sur. Los deportados permanecieron varias semanas en una base estadounidense en Yibuti antes de ser trasladados.
Hasta ahora, el gobierno de Sudán del Sur no precisó dónde se encuentran ni bajo qué condiciones. Un referente local aseguró que “Sudán del Sur no es un basurero para criminales”.
Analistas políticos coinciden en que Washington podría ofrecer ventajas económicas a cambio de estos acuerdos, como la flexibilización de aranceles y mayor asistencia internacional.