De su quinto álbum de estudio, Blood Sugar Sex Magik, “Under the Bridge” representa un capítulo aparte en la historia de Red Hot Chili Peppers. La canción fue lanzada como sencillo el 24 de septiembre de 1991 y el éxito no se hizo esperar. En pocos días subió rápidamente en las listas, alcanzó el puesto número 2 en Billboard y obtuvo la certificación de platino de la RIAA (Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos) y marcó un punto de inflexión en la carrera de la banda de funk-rock norteamericana formada en 1983, en Los Ángeles.
Por aquellos días, el grupo se encontraba de duelo por la muerte del guitarrista Hillel Slovak (26), producto de una sobredosis de heroína. Artífice de la transformación del grupo de amigos en una exitosa banda de rock, la muerte repentina de Slovak fue un golpe duro para todos, especialmente para Anthony Kiedis, vocalista y compositor de RHCP, que fue uno de los más afectados y se refugió en una etapa más introspectiva.
Por entonces, tras grabar cuatro álbumes, el éxito de los Red Hot Chili Peppers trascendía la escena del rock. Kiedis tenía 29 años y también sufría de adicción a las drogas. Así las cosas, en medio de todo ese vendaval, su baterista fundador, Jack Irons, abandonó la banda y nada aseguraba que los Chili Peppers hicieran un buen trabajo con Blood Sugar Sex Magik, su quinto álbum de estudio lanzado por el sello Warner Bros Records.
Cuenta Rick Rubin, productor de aquel exitoso álbum, que uno de los días en que visitó a Kiedis para revisar nuevo material encontró involuntariamente un triste poema del cantante que llamó su atención. Kiedis lo había escrito en sus días más oscuros y la letra hablaba sobre Los Ángeles, la ciudad que albergó cada uno de los infiernos que había atravesado por su adicción Si bien la letra se corría del habitual estilo de la banda, Rubin se interesó especialmente por el material y apoyó a Kiedis para que lo terminara.
Días más tarde, el ingreso de John Frusciante permitió al grupo seguir adelante y el vocalista presentó la canción a sus compañeros en el estudio montado especialmente en una mansión apartada en Laurel Canyon, Los Ángeles.
El quinto disco de estudio de Red Hot Chili Peppers marcó distancia respecto a sus trabajos anteriores, no sólo en materia de estilos, sino también en cómo cada integrante encaró el proceso compositivo. Frusciante y Flea rápidamente comenzaron la búsqueda de la melodía para acompañar a aquella letra taciturna, mientras buscaban adaptar el estilo de la banda a aquellos versos melancólicos. Kiedis cambió su forma de cantar más acelerada para dar paso a una interpretación más pausada. Flea renunció al "slap“, su marca personal, para encontrar una línea de bajo más aplomada, mientras que Frusciante compuso una secuencia de riffs y acordes más vivaces para su ejecución. El carismático baterista Chad Smith se mantuvo en un segundo plano hasta el último corte de la canción, momento en el que, a pedido de Rubin, también se incluyó un coro femenino. Como dato curioso, los coros los cantó la madre de Frusciante junto a dos de sus amigas de la iglesia. Están acreditados en el álbum como “Gail Frusciante and Friends”.
Así las cosas, luego del éxito fulminante de “Give it Away”, el primer sencillo de aquel quinto álbum publicado el 4 de septiembre de 1991, nadie imaginaba que “Under the Bridge” se convertiría en el segundo single del disco. Consideraban que era una canción demasiado suave para su estilo, pero el público pronto adoptó la canción y la hizo suya.
Significado de la letra
“Bajo el puente del centro / sangré un poco/ Bajo el puente del centro / No pude tener lo suficiente / Bajo el puente del centro / Olvidé mi amor / Bajo el puente del centro / entregué mi vida”.
Anthony Kiedis había escrito “Under the Bridge” para hablar de su período de adicción a la heroína y la soledad asociada con un puente donde obtenía drogas. Para entonces, el vocalista llevaba tres años sobrio y de alguna manera mantenerse de esa manera había generado la necesidad de tomar cierta distancia con sus compañeros de banda, ya que Flea y John Frusciante seguían fumando cannabis, y eso los alejaba.
Ante esta situación, Kiedis expresaba su deambular por Los Ángeles, su única compañera, abrumado por esa ciudad que lo había visto descender a su propio infierno y relacionarse con personajes oscuros para conseguir drogas. Describe sus intentos de obtener drogas infiltrándose en el territorio de una pandilla debajo de un puente. Sin embargo, se niega a revelar la ubicación exacta del lugar.
“A veces siento / Que no tengo compañero / A veces siento / Que mi único amigo / Es la ciudad en la que vivo / La ciudad de Los Ángeles / Solo como estoy / Juntos lloramos / Conduzco por sus calles / Porque es mi compañera / Camino por sus colinas / Porque sabe quién soy / Ve mis buenas acciones / Y me besa con aire ventoso / Nunca me preocupo / Eso sí que es mentira”.
Tras muchos años de especulación respecto del puente en cuestión, el periodista Mark Haskell Smith tomó como referencia los datos que figuran en Scar Tissue, la autobiografía de Kiedis, para concluir que el escenario al que hace alusión la letra se encuentra en MacArthur’s Park.
El área que rodea el Parque es una de las áreas más pobres de la ciudad, con altas tasas de criminalidad. Considerado como territorio de la MS-13, una organización terrorista internacional de pandillas criminales, cuyas actividades incluyen narcotráfico, extorsión, contrabando de armas, secuestro, robo y asesinatos por encargo, entre otras, muchos de los lugareños más pobres, especialmente aquellos que hacen negocios ilícitos en el parque, se veían obligados a pagar un “impuesto” a la pandilla a cambio de que los dejaran en paz.
Así, las referencias a Los Ángeles están por todas partes. La ciudad se había convertido en la “única compañera” para atravesar el difícil momento que vivía por entonces, y en sus versos sale a la luz esa conexión que sentía con la ciudad, reflexionando sobre sus calles en sus largas caminatas por las colinas de Hollywood.
A pesar de la oscuridad que marcó este período de su vida, el vocalista siempre sostuvo que prefería esa melancolía a volver a sus adicciones. Cómo señaló en una entrevista: “Por entonces todo era mil veces mejor que hacía dos años, cuando estaba drogado todo el tiempo”.
Para el video de la canción, Flea contactó al cineasta Gus Van Sant, a quien conoció tras participar en su película Mi mundo privado y supervisó el arte de Blood Sugar Sex Magik. El primer tramo, con Frusciante tocando su guitarra sobre un pedestal, acompaña la melancolía del arpegio inicial. Una vez que Kiedis entra en escena, la acción pasa de los interiores del estudio a las calles de Los Ángeles, en donde el cantante se pasea con una remera cuya inscripción no puede ser más oportuna: “To Hell and Back”.