El gobierno de Donald Trump revirtió la suspensión de redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) en el sector agrícola y ordenó continuar los operativos migratorios en granjas, hoteles y restaurantes, que generan una gran polémica en medio de un clima de tensión y protestas de extranjeros en todo el país norteamericano.
Trump había suspendido las redadas de ICE en el campo después de recibir un llamado claveSegún reconstrucciones publicadas por The New York Times, la secretaria de Agricultura de EE.UU., Brooke Rollins, alertó al presidente sobre un temor creciente entre los productores rurales. La funcionaria le advirtió que los operativos provocaron que entre el 30% y el 60% de los trabajadores abandonaran los campos en zonas productivas clave como Oxnard y el Valle Central de California.
Según el mismo medio, Rollins realizó varias gestiones directas con Trump, incluyendo una llamada el miércoles a la mañana, donde explicó que la continuidad de las cosechas estaba en riesgo. La funcionaria transmitió que la industria agrícola enfrenta una crisis severa por falta de mano de obra.
Más del 40% de los empleados del campo en el país norteamericano está compuesto por extranjeros sin estatus migratorio legal, según estimaciones del Departamento de Agricultura (USDA, por sus siglas en inglés).
Al día siguiente de recibir la última llamada de Rollins, Trump publicó un mensaje en Truth Social. Allí reconoció: “Nuestros agricultores y la gente del sector hotelero y de ocio afirmaron que nuestra agresiva política migratoria les está quitando excelentes trabajadores con amplia experiencia, y que esos empleos son casi imposibles de reemplazar”.
El presidente también responsabilizó a las políticas migratorias de la gestión de Joe Biden por la llegada de personas con antecedentes penales que ahora buscan ocupar esos puestos.
La misma tarde del anuncio, Tatum King, un alto funcionario de ICE, envió un correo electrónico a las oficinas regionales. El mensaje ordenaba “suspender todas las investigaciones y operaciones de cumplimiento de la normativa en lugares de trabajo relacionados con la agricultura (incluida la acuicultura y las plantas empacadoras de carne), los restaurantes y los hoteles”.
Sin embargo, apenas unos días después, la Casa Blanca dio marcha atrás y ordenó reanudar los operativos en estos sectores, informó The Washington Post.
¿Qué motivó la decisión de reanudar los operativos en las granjas?La directiva, comunicada durante una llamada con 30 oficinas regionales de ICE, deja sin efecto la instrucción dada apenas cuatro días antes. Según fuentes citadas por The Washington Post, la presión interna del Ala Oeste y la línea dura impulsada por el subjefe de Gabinete Stephen Miller, quien había sido uno de los principales opositores a limitar las acciones del ICE en estos sectores, llevaron a la Casa Blanca a revertir la medida.
Durante la reunión del lunes 16, responsables de ICE y su división Homeland Security Investigations (HSI) confirmaron que los agentes deben seguir los operativos en granjas, plantas empacadoras de carne, restaurantes y hoteles.
Tricia McLaughlin, subsecretaria adjunta del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, según sus siglas en inglés), declaró que “no habrá lugares seguros para las industrias que alberguen criminales violentos o que busquen obstaculizar los esfuerzos del ICE”. La funcionaria agregó que “la aplicación de la ley en los lugares de trabajo sigue siendo un pilar clave para proteger la seguridad pública, la seguridad nacional y la estabilidad económica”.
El cambio de rumbo ocurre mientras la Casa Blanca insiste en su plan de intensificar las deportaciones. Stephen Miller afirmó recientemente que la meta del gobierno es llegar a un mínimo de 3000 arrestos diarios por parte de ICE, según informó The Washington Post. Actualmente, el promedio ronda los 2000 por día.