En la que fue la jornada más floja en términos de concurrencia y ventas del (para algunos) súper fin de semana largo en la Feria del Libro porteña, el periodista y escritor Hugo Alconada Mon presentó su nuevo libro de no ficción, Topos. La historia real de los espías rusos que tomaron Buenos Aires como base de operaciones (Planeta), en la Sala José Hernández. El autor dialogó con su editora, la escritora Paula Pérez Alonso, que lo definió como “el mejor alumno” a la hora de ponerse a trabajar. Alconada Mon ya tiene publicados diez libros, entre ellos dos novelas. En 2026, adelantó su editora, lanzará una nueva historia protagonizada por Valentín Hierro, uno de los héroes de La cacería de Hierro. “A pesar de ser un tipo con un reconocimiento inmenso, Hugo no se la cree”, dijo Pérez Alonso.
En Topos, el autor podría haber seguido la senda de la ficción iniciada con La ciudad de las ranas, su primera novela, en parte por el grado de inverosimilitud que alcanza la historia de los espías rusos Ludwig Gisch y María Rosa Mayer Muños que durante más de una década vivieron con identidades falsas en Buenos Aires. Padres de dos hijos de nacionalidad argentina, fueron recibidos como héroes en Moscú por Vladimir Putin en 2024, gracias a un forzado intercambio de prisioneros (al estilo putinesco).
Alconada Mon comenzó a escribir sobre el caso del matrimonio de espías en 2023, tras haber leído un cable en la redacción de LA NACION. “La posibilidad de un libro estaba ahí, era mucho material, de esos en que la realidad supera la ficción”, dijo y reveló que en Topos se había limitado a contar solo información que estaba verificada. “Todo lo que está escrito pasó”, remarcó. Dio como ejemplo que la pareja, que no tenía cobertura diplomática, había viajado al Mundial de Fútbol 2018, en Rusia, a “alentar” por la selección nacional cuando la Argentina perdió ante el equipo de Croacia. “Es la coartada perfecta”, dijo Alconada Mon que reconoció que había llegado a admirar el trabajo hecho por los agentes rusos.
“Esta historia no se entiende sin Vladimir Putin y esto no se entiende sin conceptualizar a Rusia, en un recorrido que lleva mil años”, señaló el autor. “La concepción del espionaje es distinta de la que tenemos nosotros; para nosotros, espías son Jaime Stiusso o Fernando Pocino, eventualmente un espía que lo mandás a espiar y te mueve la ligustrina, como me espiaron a mí y a mi familia”, ironizó, antes de recordar que Putin había sido un “hombre de la KGB” cuando la Unión Soviética colapsó, tras la caída del Muro. “Él no deja en el extranjero a sus hombres Es recontradiscutible, pero lo entiendo”.
Una de las actividades más convocantes de la jornada fue la conferencia que brindó en la Sala Victoria Ocampo (que quedó chica para la asistencia) el escritor italiano Erri De Luca, que presentó L’età sperimentale (La edad experimental), un libro sobre la vejez que escribió con la modelo francesa Inés de la Fressange y que también se convirtió en un documental. En su charla, el celebrado autor italiano, de quien Seix Barral acaba de publicar la novela Las reglas del Mikado, habló sobre su experiencia como obrero y como montañista, la “lengua napolitana”, la destructiva pasión bélica del continente europeo, la religión (“El monoteísmo en Roma es tan absurdo como el comunismo en Texas”, dijo), los poetas rusos Joseph Brodsky y Marina Tsvetáieva, la interpretación de los libros sagrados y la fortaleza de las flores.
A sala llena, también en el Pabellón Blanco, concluyó el Festival Internacional de Poesía, con lecturas de la irlandesa Moya Cannon, el mexicano Fabio Morábito y la peruana Carmen Ollé.
Se podría mejorar la performance de 2024A una semana del cierre de la Feria, los expositores prevén que este año se podría mejorar la performance de 2024, cuando las ventas cayeron entre un 12% y un 40% en comparación con 2023, hasta ahora, el último buen año en términos comerciales.
“Hasta el momento la venta en unidades en nuestros stands está en los números previstos, superando la del 2024 y algo por debajo de la del 2023″, informó a LA NACION Benjamín Angeloni, gerente comercial de Riverside. El Grupo Planeta confirmó que las ventas habían repuntado a partir del feriado del 1° de Mayo.
“Este año estamos un 15% arriba de unidades respecto de la misma cantidad de días del año pasado”, destacó Samanta D’ Ambrosio, gerenta comercial de VR Editoras (cuyo stand siempre está colmado de público juvenil). Siglo XXI informó un aumento en las ventas del 8%.
En cambio, para el director de El Cuenco de Plata, Julio Patricio Rovelli, las ventas fueron malas. “Tanto como el año pasado -dijo a este diario-. Estos días está yendo más gente, pero los primeros días la gente iba a las charlas y a pasear y no compraba nada. Empezar un 23 de abril con esta situación económica fue una muy mala decisión de los organizadores”. Con Rovelli coincidieron sus colegas del stand colectivo Todo Libro Es Político (1816 del Pabellón Amarillo), donde se montó una plataforma para enviar libros a Marte, en desafío paródico al “megacohete” del magnate Elon Musk.
“Hay años en que las ventas en la Feria funcionan por fuera de la dinámica de la situación general del país -reflexionó la directora de Eterna Cadencia, Leonora Djament-. Este año, al igual que en 2024, pareciera que la Feria se hace eco como nunca de las dificultades económicas que atraviesa el país y de la baja del consumo general. Tuvimos unas buenas jornadas profesionales, pero con el correr de los días se empezaron a sentir las dificultades de los lectores para comprar libros. Todavía queda una buena cantidad de días de feria y esperamos que la situación sea un poco más favorable".
El gerente general de Eudeba, Luis Quevedo, dijo que hasta la fecha se había vendido la misma cantidad de ejemplares que en 2024 en el stand 923 del Pabellón Verde. “Hay que tener en cuenta que el año pasado a esta altura de la Feria ya había estado el fin de semana de compra de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares , y que este año es el fin de semana que viene”, observó con optimismo.