El doctor Eric Verdin, especialista en envejecimiento saludable y director del Instituto Buck DE Investigación sobre el Envejecimiento, aseguró haber logrado reducir su edad biológica en hasta 15 años mediante hábitos de vida saludables. En su búsqueda por prolongar la calidad de vida y prevenir enfermedades crónicas como el cáncer y la diabetes tipo 2, Verdin implementó un enfoque basado en la alimentación, el ayuno intermitente y el monitoreo constante de su estado.
Durante la última década, el experto de 63 años empleó tecnología portátil, como relojes inteligentes, junto con análisis de sangre periódicos para evaluar su bienestar y ajustar su estilo de vida. Actualmente, experimenta con adelantos del horario de la cena para optimizar los beneficios del ayuno intermitente.
Según los análisis de biomarcadores como inflamación, presión arterial y colesterol, su edad cronológica es de 68 años. Mientras tanto, su edad biológica oscila entre los 48 y 53 años. Y aunque la medición de la edad biológica no es un estándar absoluto, Verdin sostiene que los hábitos de vida influyen en la longevidad. Un articulo publicado por el portal Business Insider compartió la dieta que el especialista recomienda y los tres alimentos que afirma hay que limitar lo más posible.
La dieta mediterránea, una de las formas más saludables de alimentaciónPara Verdin, la evidencia científica respalda los beneficios de un equilibrio adecuado entre carbohidratos complejos, grasas saludables y proteínas de calidad. Su alimentación sigue los principios de la dieta mediterránea, inspirada en los hábitos tradicionales de regiones como Grecia, Italia y Turquía.
Este enfoque, precisa el director del instituto con sede en California, prioriza el consumo de frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos y proteínas magras como el pescado. La dieta mediterránea es, además, reconocida por los expertos en nutrición como una de las formas más saludables de alimentarse, gracias a sus efectos positivos en la prevención de enfermedades y el mantenimiento de la función cognitiva.
Tres alimentos que hay que evitarA pesar de seguir una dieta basada en alimentos naturales y nutritivos, el investigador belga también destaca la importancia de limitar ciertos productos:
Alimentos ultraprocesados: como explica el artículo, Verdin adopta la filosofía del escritor Michael Pollan, que sugiere evitar los productos que no reconoceríamos como comida o que no se pueden preparar en una cocina tradicional. Como resalta el académico, los alimentos ultraprocesados suelen contener ingredientes industriales, elevados niveles de azúcar, grasas y sodio, y están diseñados para ser altamente adictivos. Estudios recientes vinculan el consumo de estos productos con un mayor riesgo de obesidad, enfermedades cardiovasculares, cáncer y trastornos del metabolismo.Jugos de fruta: aun cuando la dieta del especialista de la longevidad, las frutas ocupan un lugar importante, aconseja dejar de lado los jugos debido a su alto contenido de azúcar y la falta de fibra. Según explica Verdin, cuando se exprimen las frutas, se pierde gran parte de su contenido fibroso, lo que provoca una absorción más rápida del azúcar en la sangre y genera picos de glucosa. Este efecto puede aumentar el riesgo de resistencia a la insulina y enfermedades metabólicas. En cambio, recomienda consumir frutas enteras para aprovechar sus beneficios nutricionales.Alcohol: si bien el director del Instituto Buck solía disfrutar de una copa de vino todas las noche en compañía de su esposa, probó durante la pandemia pasar un mes sin tomar alcohol y notó una mejora significativa en su energía y calidad del sueño. En consecuencia, decidió reducir el consumo al mínimo. Tal y como señala la nota periodística, organismos internacionales de salud advirtieron en los últimos años sobre los efectos nocivos del alcohol, incluso en cantidades moderadas. Estudios varios vinculan su ingesta con un mayor riesgo de cáncer y otras enfermedades crónicas.Para Verdin, en conclusión, la clave de una vida más larga reside en una alimentación equilibrada con actividad física, descanso y una gestión eficiente del estrés.