Mar-a-lago, el complejo adquirido por Donald Trump en 1985, es uno de los clubs más exclusivos y populares en Florida. Su construcción estilo hispano-morisco tiene una conexión directa con Cuba a partir de sus materiales.
El vínculo de Cuba con Mar-a-LagoLa estética de la propiedad cuenta con materiales de origen cubano. Según consignó BBC y Cibercuba, parte del mármol utilizado para los pisos del comedor principal proviene de un antiguo castillo en Cuba. En cuanto al techo, se utilizaron tejas de la isla.
Para construir el suelo, se utilizaron 2200 pies cuadrados (204 metros cuadrados) de mármol blanco y negro. Con respecto al techado, utilizaron 20 mil tejas cubanas encargadas para el proyecto.
Así fue la construcción de Mar-a-lagoEl complejo fue solicitado por la empresaria y filántropa Marjorie Merriweather Post en 1923 para tener una residencia costera junto a su segundo esposo, el financiero Edward F. Hutton, según Elle Decor.
Post gastó siete millones de dólares para la construcción, lo que equivale a 123 millones de dólares actuales. Con ese presupuesto, buscó diseñar el complejo al estilo del Renacimiento Español.
Con esta premisa, la mansión cuenta con techos con vigas, azulejos españoles importados, herrería, delicadas tallas de pelícanos y los escudos de armas de las familias Merriweather y Post.
La fundación de Mar-a-lago y su contacto con Donald TrumpEntre 1924 y 1927, el complejo abrió sus puertas con el nombre Mar-a-lago, que significa “de mar a lago“, en relación con su ubicación entre el océano Atlántico y el lago Worth.
Post y Hutton utilizaban el complejo en sus vacaciones de invierno para disfrutar de su agradable clima. Sin embargo, la filántropa se divorció de su esposo y se mudó a Moscú con su nueva pareja, por lo que Mar-de-lago estuvo cerrado por cinco años.
En ese tiempo, explotó la Segunda Guerra Mundial y Post cada vez visitaba menos el complejo. Por tanto, en 1968 propuso transformarla en una “Casa Blanca de Invierno” para futuros presidentes de Estados Unidos y delegarla al gobierno tras su fallecimiento.
Para 1981, el gobierno devolvió la propiedad a la Fundación Post y se puso a la venta por US$20 millones. Por cuatro años, hubo varios intentos para comprar la casa. Sin embargo, fue Donald Trump quien logró adquirirla en 1985 por menos de US$10 millones.
El imperio de Donald Trump en Florida con la fincaSegún consignó Elle Decor, el magnate utilizó al principio la propiedad como residencia privada. Sin embargo, en 1993 transformó Mar-a-Lago en un exclusivo club para miembros.
La tarifa inicial era de US$25 mil con un límite de 500 miembros. Esta estrategia lo consolidó como uno de los clubes privados más reconocidos, con una membresía que incluía a celebridades como Steven Spielberg, Henry Kissinger y Elizabeth Taylor.
En 2014, la propiedad generaba más de US$15,6 millones anuales. Actualmente, los ingresos superan los US$40 millones al año y cuenta con un valor de US$180 millones.