Eruca Sativa: del “peor momento” que atravesaron y que pudo disolver a la banda al miedo latente con el que conviven

A tres días de la tierra es el nombre del nuevo álbum de Eruca Sativa. No se sabe si es en viaje de ida o de venida, pero tampoco parece ser algo que le preocupe demasiado al trío que integran la guitarrista y cantante Lula Bertoldi, la bajista Brenda Martin y el baterista Gabriel Pedernera. El álbum ya tiene formato de CD y se encuentra en plataformas digitales. Además, habrá una buena oportunidad para escucharlo en vivo, en shows como el que el 12 de julio darán en el Estadio Obras. Y hasta noviembre hay ya agendadas otras once actuaciones en distintas salas del país y en Montevideo.

“Cuidado, a veces la violencia vendrá sonriendo”, dice la primera frase que se escucha en el álbum, como preludio de una serie de composiciones que, más que describir a una banda que anda en la estratósfera, la muestra con los pies bien plantados sobre la tierra. El disco, luego de lo que el grupo ha experimentado en producciones anteriores, suena a sala de ensayo, a power trío, a ganar de que vibre cada nota que se toca y que resuene, si no todas, al menos la mayoría de las palabras que se pronuncian. Es un disco de enojos, de canción social y de género. Es una oportunidad para decir cosas, en un contexto que no parece el más agradable para aquellos que quieren expresarse desde un hecho artístico. Al mismo tiempo, muestra un presente muy íntimo de la banda, ya desde la imagen de tapa, donde se ve a Nina, la hija de Gabriel, con sus cinco años, enfundada en un traje de astronauta, en medio de un pastizal.

Hace casi veinte años, Eruca no era una banda sino la coincidencia de dos artistas de Córdoba y una de Santa Fe, por casualidad o causalidad, a instancias de otro músico, Titi Rivarola (un referente cordobés de la transversalidad argenta entre el rock y el folclore, que murió hace más de una década). Ese fue el inicio. Hoy es un trío con ocho álbumes de estudio que son reflejo de lo que han experimentado en esas casi dos décadas, y con un presente que se conecta, de algún modo, con el sonido del comienzo, pero con otra realidad. Eruca es, también, una familia, ampliada a parejas, niños y niñas, como la de la tapa del disco.

-¿Qué tanto está atravesado el día a día de la banda por cuestiones de familia?

Lula Bertoldi: -Los tres somos madres y padres y siempre tratamos de que todo sea en función de lo que es esa prioridad verdadera. La música es parte de nuestra vida, es como imposible que las cosas no se entremezclen y dialoguen. Es algo indisoluble. Convivimos todos con instrumentos, con la música, con lo que se hace; con lo que ellos te dicen.

Brenda Martin: -Para mí lo que cambió con el paso del tiempo es poder compartir con mi hija. Ella escucha a veces lo que estoy tocando. Me dice si algo la emociona y qué tema le gusta más de un disco. Me gusta y la escucho. Cuando a ella algo le llama la atención, siento que eso es lindo, porque tiene la pureza de esa vida empezando. Tiene 10 años.

-Si entramos al disco por su comienzo, esa frase que dice “Cuidado, a veces la violencia vendrá sonriendo”, no es para dejarla pasar. ¿A qué refiere?

Bertoldi: -A uno de los peores momentos que hemos atravesado como banda. Lo contamos desde la poesía hermosa que escribió Brenda, porque esa letra la escribió ella y espectacular. Para nosotros representa muy visualmente un momento de nuestras vidas y habla de un personaje nefasto que casi nos arruina la banda y la amistad. Había que dedicarle unas palabras de despedida a una relación tóxica con una persona violenta.

-¿Qué más hay en la balanza, todos estos años, de lo malo y lo bueno?

Bertoldi: -Bueno, hemos tenido, como cualquier relación de trabajo, situaciones difíciles, no tanto entre nosotros; como decíamos, con otras personas que han trabajado con nosotros. Y las tuvimos que atravesar juntos. En una gira nos pasaron situaciones supercríticas. Que te dejen tirado en medio de una gira es difícil. Pero no nos sentimos tristes porque estábamos juntos, por suerte, la bancamos entre los tres y la sacamos adelante.

-¿Entonces la clave de Eruca Sativa es estar juntos?

Gabriel Pedernera: - Y la música. Triste sería que la música no suceda. Porque ahí está el caldo verdadero. Nosotros nos comunicamos de ese modo, ¿viste? Con instrumentos. Después, también hemos tenido muchas alegrías, muchas noticias que nos han alegrado, desde el primer día hasta hoy. Estar en esta especie de bloque familiar, digamos, que es Eruca y estar apuntando hacia el mismo lugar. Eso es una alegría y un triunfazo. Después, todo el resto, bueno, hay cosas que pueden pasar en el camino también, siendo que hacemos algo que es tan intangible, que es muy difícil de calcular o de predecir y sobre todo, en una situación como la actual, que hacemos algo que aparentemente no está bien visto. Está, por el contrario, atacado y tenemos que estar a la defensiva porque aparentemente lo que hacemos es como un delito.

-¿Concretamente?

Pedernera: -Bueno, esta cosa de sentir que nunca sabés a quién va a atacar el Presidente mañana, ¿viste? Y capaz un día podemos ser nosotros. Lo que nosotros estamos haciendo es música. Estamos alzando la voz para decir lo que pensamos, que es lo que debería hacer un artista. Creo.

-¿Sin este contexto el disco habría sido bien distinto?

Martin: -Sí, de hecho, Seremos primera estaba en un contexto donde sentíamos que las cosas podían funcionar. Estábamos unidos en busca de la igualdad social y de leyes que protegieran los derechos de las personas. Fue un disco mucho más esperanzado en la forma de comunicarse. Fue todo de otra forma. Nosotros, incluso, mucho más tirados a la pileta de hacer una música que, por ahí no le gustase a nadie. En cambio, este me parece que tiene que ver con el enojo que vos decías. O, en realidad, con querer decir las cosas de una sola vez. Definitivamente, depende del contexto el tipo de música que hacemos en este disco.

-Y con el trío como pilar de ese sonido, que recuerda un poco a los inicios.

Bertoldi: -Teníamos ganas de un disco de trío, de tocar juntos, y salieron las canciones que acompañaron eso.

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-Cómo recuerdan ese paso, del tiempo cuando Brenda y Gabriel tocaban con Titi Rivarola, músico que, quizá, no tuvo el reconocimiento merecido, hasta el nacimiento de la banda.

Pedernera: -Es mi ídolo máximo de niño. Fue una especie de faro o gurú. La primera vez que toqué con él fue en la mitad de los noventa, en una peña en la casa de Bicho Díaz.

-Eras muy chico...

Pedernera: -Sí y era fanático de la banda que ellos tenían . Tanto que les pedí que me firmen el disco. Y me invitaron a tocar algo con ellos. Y me cambió la vida para siempre. Era alguien con quien daba mucho gusto pasar tiempo, alguien entrañable y, a la vez, una especie de base de datos, de ideas y de estar todo el tiempo. Nosotros tuvimos una especie de grupo breve, con Bren y con él. Después armamos un grupo formalmente en el que grabamos un disco en donde estaba Lula como invitada. Eso fue pre-Eruca. Titi, desde el principio, siempre estaba incentivándonos y regalándonos momentos hermosos. La última vez que tocó con nosotros fue en 2012, cuando presentamos nuestro tercer disco.

-Probablemente esa haya sido la actitud de Afo Verde que es el productor de A tres días de la Tierra.

Bertoldi: -Sí, terminó siendo éste, pero cada vez que no veía nos decía: “Che, a ver cuándo hacemos un disco”.

Martin: -Lo conocimos en 2016 cuando vino a Buenos Aires para Navidad y nos invitó a tomar un café. Nos dijo que le gustaba lo que hacíamos. Y nosotros, muy visionarios, no hicimos el siguiente disco con él . Pero está bien que no haya sido en ese momento sino ahora. Porque ahora estábamos muy dispuestos a que aporte lo suyo. Una vez por año nos cruzamos en los Grammy, porque somos una banda poco ganadora pero muy nominada. Y para el último disco nos encerramos cinco días seguidos a zapar, lo grabamos y le mandamos todo. “Veamos si es cierto que quiere hacer un disco nuestro”, dijimos. No podíamos creer, hasta último momento, que iba a dedicar tiempo para producirnos un disco. Trajo un cuaderno lleno de anotaciones de todos los demos, para que nos lleváramos la tarea.

-¿Grabaron entre Miami y Córdoba?

Pedernera: -80 por ciento en Miami y 20 por ciento en Córdoba. En Desdémona grabamos las cuerdas (un cuarteto), que fue el estudio donde grabamos nuestro primer demo. También somos Córdoba.

-¿Sienten que son de un lugar, más allá de que Eruca tenga base en Buenos Aires quizá por cuestión estratégica?

Pedernera: -Yo soy muy de Córdoba y siento allá la sensación de hogar. Pero creo que me toca estar donde hay que estar. Me vine de chico para acá. Y me cuesta apegarme a los lugares. Soy agradecido con todos pero el día de mañana puede ser otro lugar, siempre que mi hija esté bien.

Bertoldi: -Yo me fui de chica de Sunchales y no sufro desarraigo, aunque amo Argentina y ojalá no me tenga que ir nunca. Este es el mejor país del mundo, ya sea que vivas en Salta o La Patagonia, mas allá de las circunstancias de cada persona.

Martin: -No tendría que ser complicado andar por el mundo, porque depende de donde sos, los lugares adonde puedas entrar. Por otro lado, mi patria es mi gente. Donde esté mi familia, que hoy es Córdoba y me encanta ir.

Eruca Sativa presenta A tres días de la tierra. El 12 de julio, a las 21, en el Estadio Obras, Avenida del Libertador 7395. Entradas desde 30.000 pesos.



Fuente: https://www.lanacion.com.ar/espectaculos/musica/eruca-sativa-del-peor-momento-que-atravesaron-y-que-pudo-disolver-a-la-banda-al-miedo-latente-con-el-nid09072025/

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