MAR DEL PLATA.— Sin mediar discusión previa y en lo que habría sido el primer y único contacto con la víctima, a quien segundos antes le había hecho una pregunta vinculada con la música, un joven de 25 años apuñaló en el cuello y mató a una chica de 18, de madrugada, frente a varios testigos y a pocos metros de la puerta de un local bailable en la ciudad de Tandil.
El agresor también hirió con el mismo cuchillo a otro joven y huyó, carrera en la que descartó el arma y que concluyó en un domicilio frente a la sede del Hospital de Niños de esa localidad, donde horas después fue detenido por orden de la justicia.
El crimen de Milagros Andrea Pilar Quenaipe quedó registrado por cámaras de seguridad en la vía pública, documento que se convirtió en principal prueba para que el fiscal a cargo del caso, Damián Borean, pueda avanzar pronto hacia su esclarecimiento.
La muerte de la joven fue casi inmediata, debido a una importante pérdida de sangre derivada de una lesión en vasos sanguíneos centrales. Se ordenó la autopsia, informe que esta tarde estará en manos del representante del Ministerio Público Fiscal (MPF).
El caso conmociona a la comunidad por el extremo de violencia que representa y la frialdad del agresor. En medio de las expresiones de dolor se gestaba algún tipo de movilización para reclamar justicia y condena máxima para el autor del crimen.
El ataque se concretó poco antes de las 6 de este domingo en la intersección de calles Rodríguez y Uriburu. Allí estaba Quenaipe, junto a tres amigas y dos amigos. A una de las primeras la estaban asistiendo, ya que estaba descompuesta y en el piso. Todos ellos salían de bailar de “Sol Disco”.
Sobre ese grupo se dirigió el atacante, que es oriundo de Misiones. Fuentes policiales lo identificaron como Wilson Sánchez.
Los testigos, conmocionados todavía, en su primera versión de los hechos, remarcaron que no lo conocían y que ninguno de ellos había tomado contacto con él previamente, incluida la víctima fatal del caso.
Aseguraron que se aproximó y que hizo algún comentario, a modo de pregunta, sobre una cuestión musical que no terminaron de entender. A eso le siguieron dos puñaladas. Una hirió a uno de los muchachos, con una lesión muy leve, y otra fue letal para Quenaipe, que se desplomó y ya no reaccionó.
La zona quedó bajo custodia y el relevamiento que se hizo de las inmediaciones permitió recuperar el que sería el arma homicida. Se trata de un cuchillo de cocina, tipo serrucho, con la punta limada, según destacaron fuentes policiales.
Al homicida, o femicida si finalmente se avanza con el posible cambio de encuadramiento del delito apuntado, se llegó por las cámaras de seguridad.
Gracias al material fílmico, pudieron reconstruir su fuga y la vivienda donde se había refugiado.
La mayor incógnita del caso se centra ahora en el móvil. Si bien parece esclarecido, ya que tienen identificado y tras las rejas al autor del crimen, se desconocen cuáles fueron los motivos que llevaron a este sujeto a cometer semejante hecho.