Julio Velasco, antes de un nuevo desafío con Italia: su idolatría por Verón y el sacrificio que hizo por el vóleibol

Fue hace un año, en París 2024. Julio Velasco escribió una página más de su rica historia como entrenador de vóleibol: condujo a la selección femenina de Italia a ganar la medalla dorada olímpica por primera vez. Una temporada más tarde sigue teniendo motivaciones. Esta vez lo moviliza el Mundial femenino que comenzará el viernes próximo en Tailandia. Utilizando este evento como disparador, el platense de 73 años le brindó una extensa entrevista al diario La Gazzetta dello Sport y no sólo habló sobre su actualidad, sino que realizó un detallado repaso por su vida.

Amante del fútbol, trabajó en el deporte más popular del mundo pese a ser un emblema del vóleibol. Primero como director general de Lazio, luego como jefe del departamento técnico de Inter. “No pude rechazarlo . Por razones económicas, claro. Pero sobre todo porque soy aficionado al fútbol. Si hubiera sido por mí, habría jugado de 10 en Estudiantes de La Plata. Mi ídolo era Juan Ramón Verón, el padre de Juan Sebastián. Ganamos la Libertadores tres veces y la Copa Intercontinental del 68, venciendo al Manchester United. Éramos un equipo como podría haber sido el Atalanta hace unos años”, contó Velasco.

¿Por qué no continuó trabajando en el fútbol?

“Lo intenté, pero ser entrenador no era para mí. Sin embargo, aprendí que criticar el fútbol está mal. El fútbol es muy, muy difícil. Respeto muchísimo a la gente del fútbol. Todo lo que hace la empresa del fútbol es increíble; cualquier otra empresa que pasara por la misma situación se derrumbaría en un mes”, apuntó.

Paolo Marabini, el periodista que realizó la entrevista, le preguntó a Velasco si es cierto que Silvio Berlusconi lo quiso en Milán en 1998 para sustituir al DT Fabio Capello. “No fue exactamente así. En rueda de prensa, le preguntaron si era cierto que me había considerado para sustituir a Fabio. Lo confirmó. Pero no hubo contacto directo. Obviamente, todos me llamaron enseguida. Y como creo en la especificidad del conocimiento, ahí quedó la conversación. Una cosa era dirigir la organización deportiva de un club. Pero para ser entrenador, hay que haber jugado al fútbol. Da igual si era en la Serie A. Pero hay que haber jugado. Como mucho, jugaba con amigos. Y eso, desde luego, no es lo mismo”, aclaró el entrenador nacido en la ciudad de La Plata.

¿Qué hábitos italianos adquirió Velasco luego de tantos años? “Muchos. Desde los periódicos hasta la comida, aunque extraño un poco la carne argentina. Me gustan los pueblitos italianos, llenos de historia. Me enamoré de Buenos Aires, que es una metrópoli. Ahora vivo en el campo, a las afueras de Bolonia. Por suerte, tengo internet y hay internet de alta velocidad...”, dijo.

Pero, ¿hay algo que no le guste de Italia?

“No hay nada que realmente no me guste. Pero creo que la desventaja es que los italianos son demasiado conservadores, les cuesta cambiar. Quizás porque Italia es un país antiguo, un país de ancianos. La vida es muy buena, a pesar de las quejas de todos. Y donde la vida es buena, es difícil cambiar. Italia tiene la sabiduría de los mayores, pero a veces le falta la fuerza de los jóvenes, que creen en lo imposible. Me molesta que todo se vea siempre como negativo. A veces también les digo esto a las chicas: ¿se dan cuenta de que viven en uno de los países más ricos y hermosos del mundo, y donde se come de maravilla? Claro que también hay cosas que no funcionan. Soy el primero en ser crítico, pero solo hasta cierto punto", describió Velasco.

La relación de Velasco con el vóleibol comenzó cuando tenía 15 años en Universitario de La Plata, donde lo practicaba, como otros tantos compañeros. Con el tiempo, su cariño con el voleibol se fue incrementando y comenzó a integrar un equipo juvenil. Pero terminó haciendo una carrera brillante, llena de prestigio. Pero, ¿el vóleibol lo obligó a hacer algún “sacrificio” que le resultó difícil de aceptar? “Lamento haber dejado de bailar tango hace unos veinte años. Gracias al tango, entre otras cosas, conocí a mi segunda esposa, Roberta. Sí, me gustaría empezar de nuevo. Nunca es tarde. En cuanto al trabajo, sin embargo, es una pena haber perdido la continuidad de ciertas relaciones. Pero no he perdido el placer de ir a Argentina cada año a ver a viejos amigos”, confesó Velasco.

Velasco se encontraba trabajando en las selecciones juveniles italianas masculinas cuando en octubre de 2023 la Federación Italiana le ofreció reemplazar a Davide Mazzanti y, de esta manera, tomar un cargo que ya había tenido entre 1997 y 1998. El 21 de noviembre de 2023 había firmado su contrato como entrenador del seleccionado femenino y el objetivo era armar un equipo que logre clasificarse para París 2024... El equipo, finalmente, ganó la medalla dorada.

Perspicaz entrenador, Velasco se refirió a las razones del éxito que tiene el deporte italiano: “Creo que Italia ha cambiado mucho en el deporte. Piensen en cuánto han crecido el tenis, el atletismo y la natación... El Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI) ha hecho mucho, y los resultados en los grandes eventos también son fruto de una nueva mentalidad. ¿Tienen otros países una mayor cultura deportiva? No lo creo. El problema es que siempre miramos hacia el otro lado buscando nuevas oportunidades. No nos quedamos atrás. Sin embargo, creo que deberíamos enriquecernos un poco más. El intercambio de experiencias entre diferentes deportes es una ventaja increíble: tenemos talentos extraordinarios en todos los deportes, gente verdaderamente talentosa. Y estoy totalmente a favor de compartir experiencias con entrenadores de otros deportes. Me encanta hacerlo".



Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/voley/julio-velasco-antes-de-un-nuevo-desafio-con-italia-su-idolatria-por-veron-y-el-sacrificio-que-hizo-nid18082025/

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