En un junio que vuela, y con solo nueve días hábiles por delante antes de que finalice la baja temporal de los Derechos de Exportación (DEX), la agroexportación pisó el acelerador. El sector registra un fuerte incremento en el ingreso de divisas, que representa una ventana clave para el Gobierno en su búsqueda de dólares que podría alcanzar, según fuentes consultadas, los US$6000 millones, un récord histórico para este mes. Se hacen ventas de granos para aprovechar la tasa reducida de las retenciones.
Mientras tanto, el mundo presenta una altísima volatilidad de los mercados frente al recrudecimiento de las tensiones en Medio Oriente, que ya están impactando fuerte sobre el precio del petróleo y, como efecto derrame, sobre las commodities del agro.
Según datos preliminares, en lo que va del mes ya se anotaron exportaciones por 7,9 millones de toneladas de granos y subproductos, un volumen que duplica el promedio histórico para esta época del año. El anuncio del Gobierno de que las retenciones a la soja volverán al 33% a partir del 1° de julio próximo está detrás de esta fuerte dinámica. El valor de lo declarado al 12 de junio, entre trigo, maíz, soja, harina de soja y aceite de soja ya ronda los US$2300 millones.
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Fuentes del sector dijeron que en una estimación conservadora de liquidación de divisas se puede hablar de US$4000 millones para junio, aunque no descartaron niveles cercanos a los “US$6000 millones”, si continúa la tendencia alcista de precios.
Señalaron que, al margen del máximo que se marcaría para junio, luego pensar en un récord histórico, esto es de todos los meses, es más difícil ya que el primer dólar soja dejó una marca muy alta, de US$8120 millones en septiembre de 2022, pese a que la diferencia con el programa actual es que duró más tiempo.
“Se aceleraron mucho en estos días y el Gobierno sonríe. Todavía falta lo de hoy viernes para completar la segunda semana de junio, pero ya estamos en un número muy alto, muy bueno, con básicamente dos productos haciendo punta: el maíz, con 3,5 millones de toneladas, y la harina de soja, con 2,2 millones. También el poroto de soja está muy fuerte, con 1,04 millones de toneladas registradas. En tanto, en aceite soja son 469.000 toneladas”, explicó a LA NACION el consultor Javier Preciado Patiño.
La lectura que hacen en el mercado es clara: hay un adelantamiento masivo de operaciones antes de que vuelva a subir la alícuota de retenciones. “Es evidente que la posibilidad de que vuelvan al 33% ha acelerado las decisiones. Este mes posiblemente el Gobierno logre el objetivo de aumentar la liquidación de dólares, no solo con ventas para junio, sino también con el cierre de negocios para julio, agosto y septiembre”, añadió Preciado Patiño.
De hecho, ya se registraron ventas con el esquema futuro del 33% para el mes de julio, y ese volumen también supera el promedio histórico. “Estamos muy cerca de lo que fue toda la campaña pasada. Es un sector muy dinámico”, señaló.
En este contexto, el sector agroexportador le ha insistido al Gobierno en la necesidad de darle continuidad a la baja de los DEX, para la soja principalmente y para el maíz. “Esto generaría un incremento de producción calculado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en un 10%, lo que haría que no tengan sacrificio fiscal por el incremento de volumen de exportación. En el Gobierno nos han ratificado que no están en condiciones de extender esta medida, que si lo han hecho para trigo y cebada, por razones fiscales y que cuando tengan margen fiscal lo harán”, dijo Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).
“Cada vez que finalizan regímenes especiales como la baja de retenciones, el precio cae y también afecta sensiblemente el flujo de ventas de esos granos hacia la exportación, por lo que no debemos esperar niveles similares de venta para los próximos meses", adelantó el directivo.
En este sentido, Preciado Patiño afirmó que en las ventas primarias de soja –es decir, la que va del productor al circuito comercial — también se ve este apuro: “Estamos en un promedio diario de unas 500.000 toneladas, con muchos negocios cerrados con entregas pactadas incluso hasta noviembre“.
Este comportamiento responde al riesgo que representa el cambio de esquema. “Da la impresión de que se está generando una especie de colchón del programa de exportación de julio y agosto, con los DEX al 26%. La gran duda es qué va a pasar si el primero de julio vuelven al 33% para las ventas de soja. Esa es la gran pregunta”, advirtió.
En esta misma línea, Javier Roca, analista de granos de AZ Group, apuntó: “Las retenciones vienen generando mucha incertidumbre. No solo por la posibilidad de una vuelta atrás en las alícuotas, sino también porque los precios de la soja están bajos y los costos en dólares subieron mucho para los productores”.
Roca recordó que la campaña comenzó con niveles de ventas históricamente bajos: “Llegamos al 14 de abril con la campaña más baja en porcentaje vendido antes de la cosecha, con solo 3 millones de toneladas con precio cerrado, de unas 50 millones que se iban a producir”.
Desde entonces, las ventas se aceleraron. “Hoy estamos en torno al 30% del total de la soja producida con precio cerrado. Y a eso hay que sumar lo que se vendió de la campaña vieja en marzo y abril”, precisó. Pese a la mejora, queda un largo camino por recorrer: aún resta ponerle precio al 70% de la soja.
El riesgo es que, si las retenciones vuelven al 33%, la capacidad de pago de la exportación caiga y los precios bajen. “Una soja de la posición julio, que hoy ronda los US$280, podría caer unos US$20 por tonelada. Si eso ocurre, difícilmente se mantenga el actual ritmo de ventas”, analizó Roca.
El economista jefe de la Bolsa de Cereales de Córdoba, Gonzalo Agusto, coincidió en que junio se perfila como un mes de gran ingreso de dólares. Destacó que la mejora en la cosecha también favorece esta dinámica: “La soja fue mejor de lo esperado en volumen. Eso permite que, aunque no estemos con precios récord, se pueda aprovechar esta ventana para vender. No creo que sea un récord histórico, pero sí un volumen importante”.
Con este panorama, la inminente suba de retenciones genera un apuro generalizado en el agro para vender ahora, mientras el Gobierno, por su parte, observa con expectativa esta avalancha de liquidaciones, que le puede dar aire en un semestre complejo, con elecciones legislativas en octubre próximo.
La incógnita está en lo que puede ocurrir después del 30 de junio. Hay rumores firmes que dicen que el ministro de Economía, Luis Caputo, y su equipo se encuentran analizando la posibilidad de mantener por unos meses esa baja transitoria de los DEX, pero solo para el maíz, por pedido de los productores. Es que el Gobierno sabe que si las retenciones vuelven a su estado original, el flujo de ventas podría frenarse en seco, sumado a que el 70% de la soja aún no tiene precio.