Despegue: la tecnología de la identificación electrónica ya cubre casi el 20% de los animales caravaneados

La identificación electrónica bovina, que será obligatoria desde el 1° de enero de 2026, no tiene vuelta atrás. Es una tendencia, dicen en las empresas proveedoras de dispositivos electrónicos, que se ve en los números al margen de que recién para esa fecha se deberá avanzar obligatoriamente en esa línea.

Este lunes, la resolución 530 del Senasa especificó los requisitos que deberán cumplir productores y empresas fabricantes. Para bovinos, bubalinos y cérvidos el sistema estará formado por estas opciones: I) binomio compuesto por caravana del tipo “botón-botón” con RFID integrada y tarjeta visual; II) binomio compuesto por un bolo ruminal con RFID integrada y tarjeta visual; III) binomio compuesto por transpondedor inyectable con RFID integrada y tarjeta visual. O sea, se podrá utilizar alguna de estas alternativas. Desde la citada fecha se deberán identificar todos los terneros/as al destete o al primer movimiento y registrar todos los movimientos de los animales de las mencionadas categorías.

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Pero, más allá de la obligatoriedad impuesta desde 2026, lo concreto es que la identificación electrónica ya viene en alza, según contó Germán Pereyra, gerente de marketing de Villanueva, que tiene productos Allflex.

En plena zafra de terneros, entre febrero, marzo, abril y mayo, se caravanean de 1,5 a 2 millones de animales por mes. Luego esa cifra, el resto de los meses, cae a un rango de entre 1 y 1,2 millones de cabezas. En todo 2024 se caravanearon, independientemente de la categoría, unos 16,5 millones de animales.

“El año pasado la participación de la identificación electrónica era entre el 7 y el 10% y hoy esos números están entre el 15 y el 20%”, dijo Pereyra. El ejecutivo señaló que la puesta en agenda del tema en el último tiempo sirvió para que haya una “predisposición del productor y una tendencia de adopción de tecnología”.

En rigor, más allá de que la resolución del Senasa plantea una obligación desde el 1° de enero de 2026, el dato contundente es que hay un mayor uso. Y va a haber una mayor demanda cuando se acerque la fecha de inicio de la normativa obligatoria, según esperan en las empresas proveedoras de tecnología.

“La normativa apunta a tres dispositivos diferentes. Hay que entender que el de mayor volumen de demanda es la caravana binomio. El chip va en la oreja derecha y la tarjeta va en la oreja izquierda. eso se comercializa de manera conjunta. Después el Gobierno dispuso de otras dos alternativas, que son el chip subcutáneo que va en una parte especial del cuello del animal, que creemos que se va a demandar en menor cantidad, y, por otro lado, el bolo que es intraruminal. Sabemos que ese tipo de dispositivos se utilizan mucho en tambos y los otros en cabañas de cría o en equinos”, señaló. En rigor, de manera voluntaria ya se viene usando la tecnología como se destacó con los datos de crecimiento general.

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De acuerdo con el ejecutivo de la empresa, el costo de la tecnología, según la alternativa, puede ir de medio kilo de novillo a 750 gramos.

Situación

“Nosotros como empresa nos paramos desde la disponibilidad del producto, asegurar el abastecimiento, que este producto no falte en el mercado y que el productor pueda trabajar tranquilo conforme a lo que el Gobierno dispone”, señaló. “Toma las decisiones haciendo un análisis más finito de su negocio, quiere contar con información para tomar mejores decisiones”, agregó.

En este contexto, atrás de la tecnología como la caravana viene un ecosistema de productos que va desde una balanza, un monitor de pesaje, el bastón lector y un software para volcar esa información. Depende de la etapa de cría, pero es lo que muchos de los que ya usan de manera voluntaria la tecnología aplican.

El lunes pasado, el Senasa dio a conocer los requisitos que deberán cumplir a partir del 1° de enero próximo los productores ganaderos y fabricantes con la entrada en vigor de la identificación bovina electrónica. El Gobierno iba a poner en marcha este año el sistema, entregando gratis los dispositivos a los productores, pero tras un cortocircuito luego de una fallida licitación internacional decidió postergar la entrada en vigor.

Esta vez no habrá distribución gratuita, sino que los productores lo deberán pagar de su bolsillo a proveedores autorizados.

La resolución 530 del Senasa, en su artículo 3, precisa que “los productores deben adquirir los dispositivos oficiales de identificación individual electrónica animal a través de los Proveedores de Dispositivos Oficiales de Identificación Animal debidamente inscriptos conforme la normativa vigente, y de su red de distribución”.

Luego, de acuerdo al artículo 5, “los productores deben realizar la lectura de los dispositivos en los establecimientos agropecuarios, ya sea por cuenta propia o por servicio de terceros, e informar al Senasa, en forma previa o posterior a cualquier movimiento de los animales, en función de las exigencias de cada destino”.

Según la norma, se considera dispositivo oficial de identificación individual electrónica animal “a todo dispositivo comprendido por un transpondedor de radiofrecuencia, Identificación por Radiofrecuencia (RFID) de tipo pasivo, que contiene un número único e irrepetible que se corresponde con un código nacional y cuyas características técnicas, sistema de numeración y forma de presentación por especie animal...”.



Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/campo/despegue-la-tecnologia-de-la-identificacion-electronica-ya-cubre-casi-el-20-de-los-animales-nid23072025/

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