Objetivo Copa Libertadores: cómo le fue al River de Marcelo Gallardo cada vez que debió jugar en la altura

Cada visita a la altura representa un auténtico desafío para River. Aunque las estadísticas marcan que las primeras excursiones fueron exitosas durante los años iniciales de la Copa Libertadores, gracias a dos triunfos y tres empates sumando los viajes a La Paz, Bogotá y Cochabamba, en las ediciones de 1967 y 1970, el registro más inmediato refleja que, a excepción de la capital de Colombia, donde en 2018 supo vencer 1-0 a Independiente Santa Fe, ir a Ecuador y Bolivia es un reto exigente para el equipo que dirige Marcelo Gallardo.

El técnico más ganador de la historia de River sabe que los 2.850 metros sobre el nivel del mar que hay en Quito son un adversario extra: en tres presentaciones allí bajo su conducción, el conjunto de la banda roja perdió siempre y ni siquiera logró anotar goles. Traducido en resultados, ese dato indica que se trata de dos caídas frente a Liga Deportiva Universitaria (0-1 en la revancha de los octavos de final de la Sudamericana 2015 y 0-3 en la fase de grupos de la Libertadores 2020, con Matías Biscay como DT porque el Muñeco se quedó en Buenos Aires) y una ante Independiente del Valle (0-1 en el compromiso de ida de los octavos de la Libertadores de 2016), el rival del miércoles que viene.

A diferencia de aquella experiencia que tuvo lugar hace casi nueve años, un 28 de abril, la visita de ahora no será al estadio Atahualpa, la casa histórica de la selección de Ecuador, sino al pequeño pero moderno escenario llamado Banco de Guayaquil, inaugurado el 20 de marzo de 2021 y con 12.000 ubicaciones, es decir apenas 2.000 más de las que requiere la Conmebol de mínima para albergar un encuentro internacional en la instancia de grupos.

Amparado justamente en la reglamentación del máximo ente del fútbol sudamericano, el plantel de River arribará el mismo día del partido a Quito para disminuir los efectos que, salvo organismos privilegiados, produce la altura en cada futbolista. “En el caso de partidos realizados en ciudades con altitud superior a 2.000 metros sobre el nivel del mar, los equipos deberán llegar al país en el cual se realizará el partido por lo menos 24 horas antes de su inicio y, única y exclusivamente en esta situación, podrán excepcionalmente llegar a la ciudad, o a un radio de 50 kilómetros, hasta seis horas antes del inicio del partido”, señala el artículo 5.3.2 del Manual de Clubes.

Para cumplir con los requisitos protocolares de la Conmebol, la delegación de River viajará el martes por la tarde en vuelo chárter a Guayaquil, descansará allí y al día siguiente emprenderá la ruta aérea que implica alrededor de 50 minutos hasta la capital ecuatoriana. Luego del partido ante Independiente del Valle, que como local se impuso 1-0 sobre Universitario y que previamente cayó por ese mismo resultado en su visita a Barcelona, los jugadores y el cuerpo técnico dormirán en Quito. En la mañana del jueves está previsto el regreso a Buenos Aires para empezar la preparación del superclásico contra Boca, a desarrollarse el próximo domingo, desde las 15:30, en el estadio Monumental.

Las ocho visitas del River de Gallardo a la altura

Tras seis años sin participar en la Libertadores, el regreso de River a la principal competencia del continente, como flamante ganador de la Sudamericana y de la Recopa, tuvo lugar el 19 de febrero de 2015. Los 3.735 metros sobre el nivel del mar en Oruro, Bolivia, fueron un auténtico obstáculo para el equipo de Gallardo. San José, un equipo modesto que 27 días después cayó por 3-0 en Figueroa Alcorta 7597, logró hacer la diferencia sobre el final para iniciar la etapa de grupos con un 2-0 a través de un cabezazo de paraguayo Ángel Orué, a los 35 minutos de la segunda parte, y un potente tiro libre ejecutado por Gabriel Valverde, cuando iban 42. Ese debut condicionó bastante a River, que luego empató cuatro veces al hilo y consiguió la clasificación de manera agónica al vencer al mencionado San José.

La segunda visita de River a la altura con Gallardo como DT fue a Quito, el 30 de septiembre de 2015. En el estadio Rodrigo Paz Delgado, popularmente conocido como Casa Blanca, perdió por la mínima frente a Liga Deportiva Universitaria, cuyo gol fue de Narciso Mina. Sin embargo, el 2-0 del Monumental, en la ida, le permitió pasar a los cuartos de final de la Sudamericana.

El tercer episodio estuvo cerca de ser con un triunfo nada menos que en La Paz, a 3.650 metros sobre el nivel del mar. Ocurrió el 16 de marzo de 2016, cuando el uruguayo Rodrigo Mora puso en ventaja a River contra The Strongest, por un compromiso correspondiente a la tercera fecha de la fase de grupos. Cuarenta y seis años habían pasado del último éxito de River en la ciudad más importante de Bolivia, el 1° de marzo de 1970, cuando se impuso 2-0 sobre Universitario de La Paz. Ese 1-0 parcial no pudo transformarse en el resultado definitivo porque Alejandro Chumacero, en tiempo cumplido, señaló la igualdad antes de que hubiera un expulsado por equipo.

La cuarta performance del River de Gallardo en la altura fue el 28 de abril de 2016, en el estadio Atahualpa. Allí, donde Daniel Passarella como DT de la selección aseguró que “la pelota no dobla”, el vigente campeón de la Libertadores no pudo sostener el 0-1, obra de José Enrique Angulo, y sobre la hora recibió el 0-2 definitivo mediante un penal ejecutado por Junior Sornoza. Esa diferencia fue letal porque las atajadas del paraguayo Librado Azcona y la falta de puntería impidieron que la revancha se definiera por penales. El gol de Lucas Alario les dio esperanzas a los hinchas, quienes despidieron al equipo con aplausos en reconocimiento a una actuación que merecía terminar con una goleada en vez del insuficiente 1-0.

River no esquivó la altura en el sorteo de la etapa de grupos de la Libertadores de 2017, aunque tampoco tuvo demasiados inconvenientes con los 2.335 metros de Arequipa, en Perú. Allí se impuso 3-2 sobre Melgar. En cuartos de final nuevamente afrontó un viaje similar, pero a Bolivia. Es cierto que los 2.558 metros de altura sobre el nivel del mar de Cochabamba distan bastante de La Paz, pero Jorge Wilstermann supo sacarle el máximo provecho a su localía, el 14 de septiembre, y le propinó un 3-0 al conjunto del Muñeco. El desquite, una semana después, fue con un 8-0 arrollador para acceder a las semis.

En la siguiente edición de la Libertadores, el River de Gallardo obtuvo otro triunfo lejos del nivel del mar: con un penal ejecutado por Lucas Pratto superó 1-0 a Independiente Santa Fe, en los 2.640 metros de Bogotá, por la fase de grupos, el 3 de mayo de 2018.

La última vez de River en la altura con Gallardo al frente del equipo fue el 4 de marzo de 2020. Y el término “al frente del equipo” no es azaroso porque desde Buenos Aires se encargó de elegir a los intérpretes y la estrategia para que Matías Biscay, en el rol de técnico interino, dirigiera contra Liga Deportiva Universitaria. Con el debut oficial de Enzo Fernández, uno de los ingresados, River perdió por 3-0 en Quito.

Abrió la etapa de grupos de la Libertadores con un duro traspié, pero en ese momento el foco estaba puesto en el cierre de la Superliga, también sin éxito porque el 1-1 ante Atlético Tucumán, tres días después, no sólo le impidió celebrar en el norte, sino que además le permitió ser campeón a Boca, que nuevamente aparece en el horizonte tras una excursión a Ecuador.



Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/objetivo-copa-libertadores-como-le-fue-al-river-de-marcelo-gallardo-cada-vez-que-debio-jugar-en-la-nid21042025/

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