La ingeniera siempre tuvo un sueño claro, abrirse camino en un ámbito tradicionalmente masculino. Hoy, desde el frío extremo de Alaska, trabaja como mecánica en la industria petrolera, donde cada jornada representa un nuevo desafío técnico y personal. Su historia es un testimonio de esfuerzo, convicción y superación.
Migró a EE.UU y ahora es ingeniera mecánica en AlaskaAshly Hinojos nació en Chihuahua, México, y desde pequeña tuvo una certeza: quería dedicarse a entender cómo funcionan las cosas. Lo que para muchos era apenas una inquietud infantil, para ella se convirtió en vocación. Con el tiempo, esa pasión la llevó a cruzar fronteras y abrirse camino en uno de los sectores más exigentes del mundo.
Hoy, a sus 27 años, trabaja como ingeniera mecánica en uno de los campos petroleros más importantes de Alaska. Su historia es la de alguien que no solo buscó un futuro distinto, sino que lo construyó con esfuerzo, constancia y un fuerte sentido de identidad.
Desde su infancia se interesó por las ciencias exactas. En una familia donde no existen antecedentes en carreras técnicas, su decisión resultó tan desafiante como firme. Durante sus años escolares en México y luego en Estados Unidos, su curiosidad por la física y la mecánica creció de manera natural.
Ya instalada en Texas, se formó en Ingeniería Mecánica en la Universidad de Texas en El Paso, donde se graduó con honores. En ese trayecto, también participó en ferias científicas, programas de mentoría y espacios que promovían el rol de las mujeres en disciplinas científicas.
Científica en Alaska.mp4De Chihuahua a las tierras árticasSu llegada a Estados Unidos ocurrió durante la adolescencia, junto a su familia. La motivación principal fue encontrar mejores oportunidades educativas. Aunque adaptarse a una nueva cultura implicó dificultades, Ashly supo apoyarse en sus metas para seguir adelante. Luego de terminar sus estudios universitarios, recibió una oferta laboral en Alaska, una oportunidad tan desafiante como transformadora.
Actualmente, reside cerca de Prudhoe Bay, una de las zonas clave para la producción de petróleo en el estado. En ese entorno trabaja para una empresa encargada del mantenimiento de equipos e infraestructuras esenciales para el funcionamiento de las plantas.
Su tarea implica diagnosticar fallas, coordinar ajustes técnicos y verificar el correcto desempeño de sistemas hidráulicos y térmicos. Además de las exigencias técnicas, su labor diaria se desarrolla en condiciones climáticas extremas, con temperaturas muy por debajo del punto de congelación y jornadas que, por momentos, pueden extenderse durante semanas consecutivas.
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Presencia y liderazgo en la industria energéticaDentro de su empresa, Ashly logró posicionarse como una figura de confianza y capacidad técnica. Su aporte va más allá de la eficiencia mecánica: representa también un cambio cultural en un sector históricamente masculinizado. Con cada decisión técnica que toma, contribuye a un entorno más seguro y productivo; pero, además, abre camino para quienes sueñan con seguir un recorrido similar.
Una parte esencial de su presencia profesional se extiende también a las redes sociales. A través de su cuenta de TikTok, @ash.hin, comparte aspectos cotidianos de su trabajo: desde cómo se viste para enfrentar el frío hasta explicaciones sobre los equipos que utiliza. Su contenido no solo informa, sino que inspira a miles de jóvenes, especialmente mujeres, a interesarse por las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
Más allá de mostrar su rutina, Ashly promueve activamente la inclusión y el respeto en el ámbito laboral. Brindó charlas virtuales para estudiantes de distintos países de Latinoamérica y participa en campañas que buscan visibilizar el rol de las mujeres en sectores técnicos. A lo largo de su camino, enfrentó comentarios machistas y miradas prejuiciosas. Sin embargo, eligió responder con resultados, demostrando que la competencia y el conocimiento no tienen género.
Raíces firmes y metas clarasAunque hoy vive a miles de kilómetros de su lugar de origen, Ashly no olvida sus raíces. Con frecuencia menciona que ser mexicana en una industria estadounidense representa no solo un mérito profesional, sino una responsabilidad. Desde sus redes sociales impulsa mensajes de orgullo cultural y aliento a otras latinas que sueñan con estudiar ingeniería o carreras similares.
Entre sus proyectos a futuro se encuentra la creación de una red de mentoría para mujeres latinas en el ámbito técnico. Su intención es conectar con universidades, ONG y organizaciones que promuevan la diversidad en la industria energética. También manifestó su deseo de regresar eventualmente a México para compartir su experiencia con jóvenes que aún se encuentran definiendo su camino académico.
Ashly Hinojos demuestra que los sueños no tienen límites geográficos. Desde el hielo de Alaska, su trayectoria sirve como espejo para quienes buscan romper moldes y alcanzar objetivos que parecen lejanos. Lo hace con profesionalismo, compromiso y una convicción que la convierte en referente, no solo dentro de su rubro, sino también en el ámbito social.