Saltó desde 1200 metros, el paracaídas falló y vivió para contarlo: quién fue el inesperado culpable

Victoria Cilliers cayó al vacío desde 1200 metros de altura y los dos paracaídas que llevaba fallaron. Milagrosamente, sobrevivió a un impacto que, según los expertos, era imposible de resistir. Pero lo más impactante llegó más tarde: descubrió que el equipo había sido manipulado y que el principal sospechoso era su marido, el mismo hombre que le había regalado ese salto como sorpresa. Sin dudas, esta historia conmovió al Reino Unido y sacó a la luz un intento de asesinato cuidadosamente planificado.

Era domingo de Pascuas de 2015 y Victoria, una instructora de paracaidismo del ejército británico, aceptó el salto como regalo de Emile, su esposo. Aunque su relación atravesaba un momento difícil y ella acababa de ser madre por segunda vez, pensó que podía ser una buena manera de reconectar. Habían intentado saltar el día anterior, pero el clima lo impidió. Así que fue sola al aeródromo de Netheravon sin imaginar que lo que estaba por pasar cambiaría su vida para siempre.

Al lanzarse desde el avión notó que algo andaba mal, ya que el paracaídas principal no se abrió: las cuerdas estaban enredadas. Tras eso, intentó abrir el de reserva, pero tampoco funcionó del todo, debido a que se desplegó de forma parcial y no logró frenar la caída. Desde tierra, uno de sus compañeros la vio caer descontrolada, sin protección, como una muñeca de trapo que se desploma.

A las 4:27 de la tarde impactó contra el suelo y los servicios de emergencia que llegaron creían que no habría nada que hacer, pero, contra toda lógica, Victoria respiraba. Resulta que el terreno húmedo y recientemente arado, junto con su bajo peso corporal y posición de caída, le salvaron la vida. De todas formas, tenía la pelvis fracturada, la columna rota en cuatro lugares, costillas quebradas y un pulmón colapsado, pero estaba viva.

La verdad comenzó a salir a la luz semanas después

Mientras se recuperaba en el hospital, la Asociación Británica de Paracaidismo inició una revisión de su equipo. Fue entonces cuando la verdad comenzó a salir a la luz, dado que descubrieron que las cuerdas del paracaídas principal habían sido cuidadosamente enredadas y el de reserva tenía piezas faltantes. Por estos detalles, se supo que no era un error técnico ni un accidente: alguien había saboteado el equipo con la intención de matarla.

Cuatro semanas después de la caída, mientras Victoria se recuperaba en su casa de las múltiples cirugías, la policía apareció con una noticia que no esperaba: sus paracaídas no habían fallado por accidente, habían sido saboteados intencionalmente y el principal sospechoso era su marido, Emile Cilliers. Sin dudas, el impacto de esa revelación fue tan profundo que, por más que escuchaba la explicación, se negó a creerlo.

Mentiras y desencuentros: la relación de Victoria y Emile antes de la caída

Durante su embarazo, Victoria ya notaba señales preocupantes en su relación con Emile: él desaparecía sin aviso, tenía una amante y hasta hijos ocultos en Sudáfrica. Además, mentía de forma sistemática, manipulaba las cuentas bancarias y la hacía sentir culpable en cada discusión. A pesar de sus sospechas, ella elegía creerle por miedo a quedarse sola y a criar a sus hijos sin él. Poco a poco, se convirtió en una esposa que accedía a todo para evitar conflictos, incluso cuando Emile retomó el contacto con una ex a espaldas suyas.

En ese contexto de fragilidad emocional, Emile la animó a volver a saltar en paracaídas. El sábado de Pascua fueron juntos al aeródromo con sus hijos y él se encargó del equipo de Victoria, por lo que pasó varios minutos a solas con su mochila. Por mal clima, el salto se reprogramó para el domingo. Ese día, Emile se quedó en casa, pero le envió mensajes amables, convenciéndola de que no cancelara. En esa situación, Victoria sintió por primera vez en mucho tiempo que él la cuidaba, sin saber que estaba a punto de enfrentar algo mucho más oscuro.

La prueba que lo cambió todo

Más allá de las infidelidades, mentiras y manipulaciones, la policía no lograba establecer un vínculo directo entre el comportamiento de Emile y un intento deliberado de asesinato. Hasta que Victoria recordó algo inquietante que había sucedido apenas seis días antes del fallido salto en paracaídas: una mañana, al bajar a la cocina, sintió un fuerte olor a gas. Al revisar las válvulas, notó que había una mancha de sangre y enseguida le escribió a Emile, en tono de broma, preguntándole si estaba tratando de matarla. Por su parte, él le respondió con naturalidad y negó haber tocado la válvula, aunque más tarde se sabría que ese día no había ido a trabajar, sino a ver a su amante.

Recién cinco meses después, los peritajes confirmaron lo que Victoria había empezado a temer: la pérdida de gas no fue accidental. Resulta que los especialistas descubrieron que las válvulas habían sido forzadas con una llave inglesa, herramienta que dejó marcas inconfundibles. Esta vez, las pruebas eran contundentes. Con esa evidencia técnica en sus manos, los investigadores decidieron interrogar a Emile por tercera vez, convencidos de que finalmente tenían un indicio claro de que había intentado matarla.

La condena

En octubre de 2017, durante el juicio, Victoria sorprendió al desdecirse de algunas declaraciones previas, lo que hizo pensar que aún estaba bajo la influencia de Emile y trataba de protegerlo. Debido a esto, el jurado no logró llegar a un veredicto y el juicio se disolvió, lo que permitió que Emile quedara en libertad en noviembre de ese año. Sin embargo, los fiscales no se dieron por vencidos y en mayo de 2018 lo llevaron nuevamente a juicio. Esta vez, presentaron pruebas mucho más contundentes: mensajes con mujeres y prostitutas mientras Victoria estaba internada, búsquedas en Internet relacionadas con la lactancia de bebés recién nacidos y evidencia de que había malgastado el dinero de su esposa. Además, los peritos lo describieron como un sociópata narcisista, carente de empatía, sin remordimientos y con una peligrosa obsesión por los deportes extremos.

Después de seis semanas de juicio, el jurado lo encontró culpable de los dos intentos de asesinato, por lo que Emile fue condenado a cadena perpetua, con un mínimo de 18 años antes de poder pedir la libertad condicional. Aunque el juez fue tajante en señalar su insensibilidad y falta de arrepentimiento, Victoria aún tardó en cortar del todo el vínculo. Según se dio a conocer, lo visitó durante algunas semanas en la cárcel para intentar cerrar su historia, pero sintió que él buscaba manipularla nuevamente. Un año después, tomó la decisión final: pedir el divorcio y alejarse por completo.

Hoy, a sus 48 años, Victoria Cilliers logró reconstruir su vida tras haber sido traicionada brutalmente por su exmarido. A pesar de las secuelas físicas que le dejó el intento de asesinato, puesto que lleva una barra metálica en la espalda y varios tornillos en el cuerpo, volvió a confiar en el amor gracias a Simon Goodman, un exmarino y paramédico que estuvo presente el día del salto fallido y que también fue testigo en el juicio. En octubre de 2024, se casaron y sellaron un vínculo marcado por la comprensión y el respeto. Después de años de manipulación y dolor, Victoria finalmente pudo cerrar el capítulo oscuro y volver a ser feliz.



Fuente: https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/en-las-redes/salto-desde-1200-metros-el-paracaidas-fallo-y-vivio-para-contarlo-quien-fue-el-inesperado-culpable-nid22032025/

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