Ni en sus predicciones o cálculos más pesimistas, los jefes de Pro esperaban que Silvia Lospennato cosecharía apenas el 15,8 % de los votos en las elecciones legislativas de la Capital, la casa matriz del partido que fundó Mauricio Macri hace más de veinte años.
Si bien esperaban que la lista apuntaladas por los primos Macri podía caer al tercer puesto por la división de la oferta de la derecha y el desprendimiento de Horacio Rodríguez Larreta -obtuvo apenas un 8%, menos de lo esperado-, la derrota fue dramática, sobre todo, porque el vocero presidencial Manuel Adorni, el candidato de Javier Milei, supera a Leandro Santoro (PJ) y se impone en el emblemático bastión de Pro. La diferencia entre Adorni y Lospennato se ubica en torno a los quince puntos. Es una cifra mucho más abultada de la que pronosticaban los asesores de Jorge Macri en la previa de los comicios.
Se trata de un fracaso estrepitoso que ya provoca pases de factura internos. Por caso, integrantes de la mesa ejecutiva de Pro reclaman que los primos Macri reflexionen y hagan una autocrítica sobre la estrategia que se desplegó en la Capital. Son las voces que piden libertad de acción para cerrar un pacto con Milei en la provincia de Buenos Aires. “Hicimos todo mal; se cometieron muchos errores en la campaña y había que esperar a octubre para negociar con Milei”, se sinceró uno de los jerarcas del partido de Macri.
En la cúpula de la Ciudad atribuían la derrota al efecto de la nacionalización de la campaña. Y, pese al escenario adverso, se consolaban con el hecho de haber aumentado la cantidad de legisladores propios del macrismo de siete a unos once. “Es muy duro”, admitió uno de los protagonistas de la lista de Lospennato. El clima era de “tristeza” y sorpresa. Había referentes que no podían disimular el estado de perplejidad.
En el entorno de Macri no ocultaban su decepción por la resolución de los comicios. Alrededor de las 19.15 cuando ya no había lugar para el optimismo, el expresidente subió al escenario que se montó en medio de la calle Balcarce, al lado del búnker partidario, para acompañar a Lospennato, Jorge Macri y el resto de los dirigentes o candidatos de Pro. Hernán Lombardi lo besó a Macri apenas salieron a escena, como si buscara reconfortarlo. Las caras de las principales figuras del macrismo porteño reflejaban la magnitud de la derrota en su cancha. Macri no habló, sin poder ocultar la cara de velorio. Solo le dedicó un gesto a Darío Nieto para darle ánimo. En las próximas horas se irá a Madrid, en España, en un viaje programado.
El panorama interno en Pro queda abierto tras las elecciones porteñas, sobre todo, porque los máximos referentes del macrismo en la provincia de Buenos Aires presionan para llegar a un entendimiento con los libertarios en el distrito más poblado del país. “Nos tienen que dar libertar para hacer un acuerdo, pero vamos a esperar”, aventuró uno de los escuderos de Diego Santilli. Hay plazo para conversar hasta el 19 de julio en el distrito bonaerense.
“Mi primera reflexión es que no se puede ganar siempre, once elecciones son muchas”, manifestó Macri en el canal Todo Noticias. Dijo que fue un error haber separado los comicios porque Milei logró transformar la disputa porteña en un plebiscito de su gestión económica y no un debate sobre la administración de Jorge Macri.
Y confesó que no le mandó un mensaje a Milei y que duda en contactarse con él en las próximas horas. “No sé...Entré en una etapa de reflexión”, afirmó el titular de Pro. Eso sí: pidió que haya “respeto” si el líder de LLA quiere volver a conversar.
Macri tendrá ahora el desafío de contener a los dirigentes de su fuerza, como Santilli o Guillermo Montenegro, que son seducidos por Milei para que sigan el camino de Patricia Bullrich y se afilien a La Libertad Avanza. Cristian Ritondo estuvo ayer en el búnker de Pro y subió al escenario para acompañar a los Macri, pese a que no le dieron espacio en la campaña porteña.
Ritondo charló durante la jornada con Macri y confía en que tendrá el aval para avanzar con el acuerdo con LLA en Buenos Aires. “Gabriela Michetti, mi candidata en Buenos Aires”, le gritó el jefe del bloque de Diputados a la exvicejefa porteña, quien se acercó a la sede de Pro para acompañar a los candidatos.
La alianza en la provinciaComo titular de Pro en la provincia, Ritondo se puso como objetivo llegar a un pacto para confluir con LLA en las legislativas bonaerenses de septiembre. Confía en que podrá mantener el sello -los libertarios insisten en que no harán un acuerdo institucional- porque presume que el Gobierno necesitará a la estructura del macrismo -tiene intendentes y aparato territorial- en Buenos Aires para evitar un triunfo del kirchnerismo. “Hubo contactos con el campamento libertario. Jorge felicitó a Adorni desde el escenario y ellos no atacaron”, celebró uno de los promotores del acuerdo con LLA.
A su vez, Ritondo deberá hacer equilibrio para evitar que los bullrichistas abandonen el bloque de diputados nacionales. “No le conviene al Gobierno”, advierten en Pro.
En la antesala de los comicios porteños, los acuerdistas de Pro en Buenos Aires admitían que un triunfo de Adorni era el peor escenario posible, ya que haría que el macrismo llegue aún más debilitado a la negociación con LLA.
Alrededor de Macri son cautos respecto de los próximos pasos y el eventual pacto bonaerense con Milei. “La decisión sobre el acuerdo en la provincia no la va a tomar solo Mauricio, sino la mesa ejecutiva de Pro”, afirman allegados al expresidente. En el tramo final de la campaña, después de la ofensiva del Presidente por ficha limpia, Macri había dicho que las chances de un entendimiento en la provincia eran más escasas. Pero nunca se atrevió a hablar de ruptura.
Cerca de Macri admiten que el resultado en la Capital y las secuelas del tenso enfrentamiento con Milei -intercambiaron fuertes acusaciones por la caída de ficha limpia y los ataques destinados a hacer campaña “sucia” en plena veda electoral- abren interrogantes sobre el futuro del vínculo con la Casa Rosada. “Nos dijo ‘fracasados amarillos’ y que Mauricio hizo un pacto con Cristina Kirchner ; no hay vuelta atrás”, dice uno de los interlocutores habituales de Macri. Quienes lo conocen aseguran que está decepcionado con el Presidente. Es decir, ya no responsabilizaba solo a Santiago Caputo o Karina Milei por los desplantes o porque el Presidente no haga caso de la receta que él había ofrecido para fortalecer la capacidad de gestión de los libertarios o la institucionalidad.
“Está muy desilusionado por el nivel de violencia y la campaña para agredir a Pro”, retratan.
En el círculo íntimo del expresidente afirman que el desafío del partido será de ahora en más reconstruir a Pro en la ciudad. ¿Intervendrá más activamente en la gestión de su primo para tratar de blindar la Capital, la base de poder de su partido, en 2027? Nadie en el macrismo se anima a hacer pronósticos. “Hay que volver a demostrar que el cambio es posible”, afirman. No hay dudas de que el plan de construir una alternativa republicana y plural a la extrema derecha de Milei perdió fuerza tras el mal resultado en la Capital.
En los últimos días el jefe de Pro se había mostrado pesimista, porque entendía que la campaña se había nacionalizado con la discusión sobre el fracaso de ficha limpia, que ayudó a robustecer a Lospennato, que tenía bajo nivel de conocimiento, pero trastocó el tablero porteño. Otros laderos de Macri intentaban encontrar un justificativo sobre la mala performance de Pro en su base territorial por el bajo nivel de participación. También mascullan bronca por la campaña “sucia” de los libertarios y planteaban dudas respecto del impacto del falso video difundido por las milicias digitales de los libertarios cuando faltaban pocas horas para la elección porteña.
En la previa de la elección, los estrategas de Pro insistían en que el objetivo de haber desdoblado los comicios porteños era revitalizar el sello amarillo y discutir la gestión local para aumentar su caudal de poder en la Legislatura porteña. En rigor, querían evitar el efecto de una monumental ofensiva de La Libertad Avanza en las legislativas nacionales de octubre y fortificar al macrismo en su bastión. Nada de eso ocurrió. Pro no quedó en pie ni logró fortalecerse territorialmente, como se habían propuesto los consejeros de Jorge Macri.
Las urnas dibujaron un mapa violeta en el distrito donde el macrismo mantenía la hegemonía desde 2007. Y el jefe de gobierno porteño no salió airoso de su apuesta por separar las elecciones locales de las nacionales, como suelen hacer los gobernadores para revalidar su poder en los territorios. La estrategia trazada por el consultor catalán Antoni Gutiérrez-Rubí, apuntado por Milei, para revitalizar a Pro sucumbió cuando las pantallas mostraron el veredicto de las urnas.
Mientras Lombardi abrazaba a Macri en un costado del escenario, el jefe porteño se paró frente al atril y le envió un mensaje a la oposición. “La Ciudad debe seguir funcionando y es momento de responsabilidad, no de obstrucción”, enfatizó.
La palabra de Jorge Macri tras los primeros resultadosEstá claro que desde diciembre tendrá un desafío de gobernabilidad y, sobre todo, un dilema: ¿negociará con los libertarios que responden a Karina Milei, quienes le pusieron obstáculos desde que asumió, o tenderá puentes con el peronismo que lideran Santoro y Juan Manuel Olmos?
“Asumo que no está en riesgo la gobernabilidad”, remarcó el jefe porteño después de que se bajó del escenario. No hay dudas de que Jorge Macri padeció la división de Pro tras la ruptura con Larreta. ¿Intentará negociar con el exjefe porteño, quien volvió al ruedo por fuera del macrismo y llegó al 8%?
En Pro también hay críticas respecto de la decisión de evitar retener a la CC y la UCR, quienes también tuvieron una muy mala performance. “Se polarizó todo”, reflexionan en el macrismo.
En un búnker desolado, los militantes de la juventud de Pro llegaron cuando quedaban pocos dirigentes en el lugar. Quien sí se mantuvo firme pese al resultado preocupante para el macrismo fue el humorista Pablo Cabaleiro, alias “El Mago sin dientes”. Pese a la noche negra, mantuvo la sonrisa. Preocupado por el golpe y las fracturas de Pro, no descartó cambiar de camiseta y mudarse a las filas de LLA. “Si siguen así, me voy a quedar yo solo y me voy a presentar yo de candidato”, comentó, antes de despedirse.