Efectivos del área de Explosivos de la Policía de Río Negro culminaron ayer con la destrucción de 118 bultos con diferentes tipos de pirotecnia, que contabilizaron un total de 600 kilos.
El material había sido secuestrado por personal policial del Cuerpo de Investigación Judicial en junio del año pasado, tras un allanamiento a una armería.
La pirotecnia quedó a cargo del Juzgado de Faltas de General Roca, siendo ordenada su destrucción total desde dicho organismo.
Por las características de estos explosivos tan peligrosos, se procedió a la incineración de los mismos, en un medio controlado bajo la supervisión del personal de la Brigada de Explosivos de la Policía de Río Negro.