La memorabilia deportiva es un segmento en crecimiento dentro del universo de los coleccionables. Se trata de objetos auténticos vinculados a eventos, figuras o equipos históricos, que por su valor simbólico, rareza o procedencia generan interés entre coleccionistas y aficionados. En el automovilismo, este tipo de piezas —como partes originales de autos de carrera, cascos firmados o indumentaria utilizada en pista— se volvieron verdaderos íconos del culto a la historia del deporte motor.
En esta oportunidad, Honda Racing Corporation (HRC), la histórica división de competición de la marca japonesa, anunció una nueva iniciativa de su unidad de negocio de memorabilia oficial, destinada a acercar su legado a fanáticos y coleccionistas de todo el mundo.
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La propuesta se inscribe en un proceso de expansión de HRC, que hoy integra proyectos de alcance global como el desarrollo del nuevo motor de Fórmula 1 para 2026 junto a Aston Martin, su participación en la categoría SuperGT en Japón, y las campañas en IndyCar e IMSA a través de su filial de Estados Unidos. Ahora, además de la ingeniería de competición, la marca pondrá en circulación objetos originales de su historia automovilística.
Para marcas con un legado competitivo, este tipo de negocios no solo representa una fuente de ingresos complementaria, sino que también es una forma estratégica de reforzar su identidad y profundizar el vínculo emocional con su comunidad a nivel global. En esta oportunidad, al ser pequeños engranajes de un motor icónico para los fanáticos de la competición, brinda la oportunidad de acceder a objetos emblemáticos a un menor costo en relación a lo que suelen tener este tipo de objetos.
Un lanzamiento con aroma a leyendaLa subasta será de piezas originales de un motor Honda RA100E V10, utilizado durante la temporada 1990 de Fórmula 1. Se trata del propulsor que equipó al McLaren MP4/5B, conducido por Ayrton Senna y Gerhard Berger, y que fue clave para la obtención del campeonato de constructores de aquel año. Senna, a su vez, logró en esa campaña su segundo título mundial, dentro de una etapa dominante entre 1988 y 1991.
Según confirmó la empresa, el motor fue desarmado en la planta de Sakura, Japón, por el mismo equipo de técnicos que lo construyó originalmente. Entre los componentes que se ofrecerán figuran árboles de levas, tapas, pistones y bielas. Para aquellos interesados, todos los elementos serán subastados en agosto, durante la Monterey Car Week en California, Estados Unidos, e incluirán vitrinas de exhibición y certificados de autenticidad.
Además de esta primera entrega centrada en la F1, la compañía adelantó que el proyecto de memorabilia abarcará también otros capítulos de su trayectoria deportiva.
En los próximos lanzamientos se incluirán recuerdos firmados, ediciones limitadas y piezas raras provenientes de vehículos históricos de la IndyCar Series y máquinas icónicas del MotoGP. De esta forma, Honda busca transformar su patrimonio técnico en objetos de culto para los fanáticos del automovilismo.
El acceso a piezas auténticas y certificadas de su pasado no solo constituye un homenaje a su legado, sino también una nueva forma de conectar emocionalmente con quienes han seguido su camino en las pistas y fomentar la incorporación de nuevos seguidores.